El pulso de las cosas que arriban, tiene para este efecto un ritmo. Abiertos al tiempo, él y ella, encuentran en el pasado la idea de inocencia, que por ignorancia estuvo en ellos, en casa, en cama cuando se conocieron y estrenaron su complicidad. Pero al presente y por supuesto con faz al futuro, no hay mucho que decir sobre lo que han aprehendido moviéndose, salvo la notable idea de que no estaban solos, porque apagar las luces y llamar por última vez al eco de un cuarto vacío, es para casi todos un evento que acudirá siempre que se quiera, siempre que se amó.
El tiempo continuará yendo, porque para ellos el sol radiante que ilumina aquella mañana tomó ocho minutos en llegarles. Esta es la mejor forma de entender como el pasado ilumina el presente.
Y aún no hay forma de evadir eso.
2 comentarios:
Snif, que me conmueves estúpido.
Muy lindo.
P.D Sugiero leerlo con "people aint no good" -Nick Cave.
MadEmmax
sera mi culpa q seas sensible, jajaja. hurras por los folletines romanticos!!!
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