1/9/12

párpado

una noche oscura de luna nueva, cuando el viento fuerte remecía la ventana cerrada; tú, sí tú, te fuiste durmiendo, fue una marea ligera que te cubría, como la linea breve de tus parpados, lentamente era un proceso que parecía llevarse bien con cada respiro que dabas. Y de pronto, no solo fue tu cara, fue un rayo fugaz que provino del rincón más misterioso ubicado entre tus dos orejas y toda tú caíste en sueño. Total, abandonada, en una, eras primero durmiente y luego bella.

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