15/1/17

Hola, tú

Es quizá una razón del porqué casi nunca sonríes a toda intención, mostrando los dientes en indetenible naturalidad abierta, que haya algo que todavía no cuaje en tu alegría.
lo presiento y menciono, pero jamás podría decir que es la respuesta final. Esto solo yace en ti.

Pero eso que te falta, como sensación que te contiene, tendría que ver con un vacío. Porque puede parecerte que existes pero no vives, en que estas pero no eres. Casi como presintiéndote incompleta; pues hay algo inenarrable dentro de tus pensamientos, sobre todo a solas en tu cama antes de dormir. Eso que te dice que hay más. Eso es verdadero.

Porque sí lo sabes, y es que todo el barro y metal de este mundo nunca será suficiente para colmarte. Nunca lo ha sido. Hay en ti una búsqueda espiritual, cierta humildad que explica porque le falta esa cuota extra a tu alegría. Porque también en la pena y la tristeza que cobijaste contigo muchas noches, se traza esa carencia. Nada de este mundo tiene un propósito porque esta vida es una estación, un motel de paso, y como todos viniste por poco tiempo y tendrás que partir. Como ya lo sabes. Como ya lo presientes. No importa si quedan décadas, hay algo más perfecto que puede existir, y eso radica en lo espiritual.

Hay muchas cosas que podría indicarte, pero no es todavía mi lugar y hora para contigo. Al menos mientras no empieces.

Te aconsejo, que aproveches desde hoy a iniciar esa búsqueda en serio, a cultivar tu cara espiritual. Nunca ha sido tarde, porque es hora de velar por ti y para ti. Y recuerda el mundo nada te debe, pero Dios siempre ha estado contigo.

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