Poco poco desde ese estado jovial y lógico que llevas de niño, al crecer nosotros quedamos conectados a la idea extraña que el mundo es mudo y sobre todo inerte. Pero si eso fuera así, totalmente así, cómo podría albergarse la magia, el amor y el clamor rebelde que se niega a sucumbir ante el miedo. Porque al parecer hoy las historias contadas al vacío comienzan a desaparecer, se silencian el eco de los ancianos cantores en burbujas de tiempo, y las profecías dichas para contener el trueno de los caminos se pierden en la oscuridad.
Y parece buena idea tener miedo.
Sin destino, sin presagios, sin mesías...
cuáles pueden ser las palabras de suerte para conjurar a los ángeles que sobrenaturalmente conocen el pulso de lo que nos consume, que pueden tendernos la mano entre el tumulto de los demonios.
y con este acecho
¿podemos volar con Uds?
¿podemos pelear con pies firmes?
Quedan sin respuesta sobrevolando en los silencios y las injusticias
entonces
o sin magia
o sin luces al final del tunel
siempre hay que llevar fósforos.
ante ti, mas que sobre mí, en este martes en desconocimiento, cuantas veces hemos de caer para perder el miedo a actuar aún sin esperanzas.
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