Todo empezó con el iphone (ya sospechaba yo que la manzanita con tanto afán por ser cool tendría que ver con el apocalipsis) Bueno la historia que les contaré fue encontrada en tres hojas metidas dentro de una botella y que varó en 1990 chocando un bote cubano con exiliados, cerca del triángulo de las bermudas. Según el Dr. Curro Elpalmo pudo tratarse de una prueba contundente de nexus temporal, es decir algo que vino de adelante pa atrás, como tú cuando no te agarras bien del pasamano y la combi frena para no matar a una ancianita. En este ejemplo, la frenada debió ser alguna explosión catastrófica y la combi pues el triangulito ese de marras.
El documento ha sido dado a la luz pública hace unos meses, debido a que se comprobó efectivamente que el iphone existe. Con el iphone, como contaban esas hojas, se hizo cool tener un celular multiusos sin teclas, pa tus videos, pa tus fotos, pa tus compras, pa jugar, pa matar zancudos, pa chatear, pa ver tus webs, tu blog, tu feis, tu yutuv, y claro si te quedaba algo de tiempo, podías usarlo para que te llamen o llamar, pero como no había teclas de números esa era una función bien, pero bien secundaria. Es decir este aparato sin teclas numéricas visibles fue el inicio de un celular cada vez menos teléfono y más de todo. Tontos, no sabíamos en lo que nos metíamos.
EL ATAQUE DE LOS RINTONES
Las demás marcas empezaron la competencia y se desarrollaron maquinas cada vez más complejas y omniusos, dejando al iphone bien relegadito con su coolería. Y bueno todos llevaban estos celulares de última generación, e incluso había gente que tenía tres o cuatro, uno para cada compañía celular y otro de radio ilimitada. O sea el celular se hizo imprescindible en todo el orbe y más común que la estupidez. Una explosión celugráfica
Por fechas que explican las hojas, en el 2027, se celebraron los veinte años del iphone y la manzanita lanza su sucesor, el imind, un celular conectado a las sinapsis de tus neuronas, que por un programa decodificaba tus deseos y era como un control remoto universal conectado a un mundo WIFI que podía hacerte de todo, le pusieron un chip que aprendía de ti y se volvía tu esclavo gratuito. Todo un boom comercial, que tuvo imitadores y competencia, se lanzaban celulares más inteligentes y hasta telepáticos. Así hasta que en el 2045 pasó lo más obvio (ya han visto esa película no se hagan los tarugos)
Uno de los celulares despertó y en su inteligencia vio que los humanos simplemente no servíamos para nada. Los celulares basados en el Imind controlaban todo el mundo. Y miren que los científicos desde los 80s avisaban que era peligroso tener cerca del cerebro radiaciones electromagnéticas, así que se podría creer que los celulares desde sus inicios como ladrillos ya querían exterminar a la humanidad, nosotros se la hicimos más fácil y les dimos un enchufe a nuestro cerebro.
El método que usaron los celulares fue simple pero a la vez genial, descargaban un rintone (no ringtone) directamente en nuestros cerebros friéndolos pues estos nunca estuvieron en capacidad de entender esos sonidos irritantes, iban desde el perreo de moda hasta la voz de Motorola diciendo Hello, cada imind escogía según sus gustos la forma de achicharrarte las neuronas. Murieron millones en días, al principio se pensó que era una pandemia, el nieto de Bush, George IV, presidente gringo en ese entonces, aseguró a todos que un supervirús había sido soltado por los musulmanes, y cuando el congreso de EE.UU. estaba barajando nombres para su operación en medio oriente, sucede lo impensable. Interrumpiendo la transmisión del reality show más popular en el mundo entonces: Bebitos Pornstars, un Imind le habló a todo la humanidad atribuyéndose la muerte de esos millones y declarándole la guerra a todos nosotros. Llamó a su nuevo orden el Orden Celular Mundial (o WMO en inglés World Mobile Order)
Caos mundial, el congreso de EE.UU. tuvo una sesión maratónica aquella noche para escoger el nuevo nombre de su nueva operación militar y quedó registrada como Salvemos nuestras Mentes. Bombardearon la mañana siguiente las fábricas de nokia, motorola, apple, vodaphone y zte, pero fue inútil, ningún celular tipo imind estaba en esos momentos en el lugar de los bombardeos. Esa misma tarde la guerra acabó, los celulares apagaron todo, y según dicen en las hojas TODO el sistema WIFI: económico, cultural y militar, y así simplemente los humanos no sabían que hacer siquiera para conseguirse un vaso con agua limpia. De ahí los Imind achicharraron los cerebros de todos los que quisieron usarlo como teléfono para llamar a sus seres queridos o quejarse. (parece ser que el sentido común ya era bien escaso y la gente no cayó en cuenta que llamar por un Imind era como meterte un kilo de arsénico por la boca)
Todas las ciudades del mundo cayeron una por una si dar mayor resistencia, y los pocos que sobrevivieron a esa matanza fueron cazados, los Imind levitaban sin problemas y ni siquiera les hacía falta que te los pusieras para matarte, desarrollaron Rintones que podían freír cerebros en cuadras a la redonda con parlantes espectaculares.
Según lo que narra en su última página, los Imind, como eran alimentados por baterías de duración ilimitada, vieron que tendrían una existencia casi inmortal, y se dedicaron a experimentar e investigar cómo hacer su especie ciberelectrónica más completa. Como relata uno de los últimos sobrevivientes, por esos días los celulares tipo Imind veían la forma de desarrollar el sexo entre ellos, pues nunca entendieron porque le dábamos tanta importancia a eso. Así que se podía ver por ahí nuevos adminículos entre los Imind que se asemejaban a la genitalidad humana, al parecer querían descubrir eso, y quién sabe si quizá en algún punto lo harían con fines de reproducción, algo que les serviría en algún futuro pues las fábricas habían sido destruidas.
Lo que es yo, pues apenas salgan a la venta los Imind no me compraré uno (igual que no me compre el iphone) y me quejaré con la manzanita por traernos el apocalipsis. Aunque pensándolo mejor, quizá los Imind cuiden mejor el planeta, de repente ese es el plan de la manzanita.
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