la imaginación al poder

imagina sentado que en este momento tomas once años para atrás,
y llegas a un jueves de abril de 1998.
todo el regocijo y aflicción que te llevaron a hoy aun no lo encuentras;
las palabras y los sueños ni se inician porque estas distraído con la inocencia de ser joven e infame. pequeño e ignorante. inmaduro y sin historia.
por ello las pequeñas victorias con los pesados fracasos no se vislumbran pues no sabes qué puedes lograr.
y en ese jueves de abril todavía hay un sideral distancia entre el aburrimiento de tu trabajo y la fuerza del sol con que celebrabas no tener obligaciones, al menos no las duras, no las determinantes, no las que llevan a la adultez.
te puedes congraciar con quien eras antes, jugar a ser mientras tengas miles de caminos
para desandar o si te da la gana llenarlos de cantos rodados que rebotan por tensión.
habrá excusas y razones que podrás rehacer para ganar peleas
o matar emociones en ese día imaginado.
y frente a la terrible ironía de estar de nuevo en ese lugar superado
tendrás a tu disposición una ciudad ya pérdida, un hogar sin los cambios que te son familiares, una vida sin la fatiga de ser sensato.
y tu cuerpo tendrá todavía la excitación de una playa desolada, con el olor de algas, el mar turquesa y las partículas de arena rosadas;
tu piel será tan escondida y carente de impresiones que podrías construir ahí un hotel de lujo o colgar una simple hamaca para escuchar los pájaros marinos.
salvo tu familia,
nadie de los que conocías entonces está muy presentes hoy
nadie de los que tienes presentes hoy existían para ti entonces
y todo lo que esperas lo has ido aprendiendo.
con crueldad, con alucinaciones, con alcohol, con charlatanería, con belleza,
con lágrimas, imprevistos y pasión.
quizá, te preguntarías si harías lo mismo;
si la respuesta es no, entonces insatisfecho quedará siempre un destino que añorar.
esta imaginación va dirigida más que a ti, a mí.
y el oxígeno que nos separa entonces, irá tan alto que podrá incendiarse
volviéndonos cenizas entre todo, pequeños átomos de polvo
irremediablemente eternos
seremos misterioso éter.