veval

Querida conocida:

Esta es la lección confusa, no hay una manera, hay muchas para sentir lo mismo, para llegar a lo mismo, pero sólo se puede escoger de una en una.

Puedes coquetear, puedes enamorarte, pero no esperes que luego no suceda nada. Que no debas ceder, que no debas aprender algo de otro y desaprender algo de ti, que solo tú te bastas sin control, porque si no, estas haciendo las cosas a medias. Pues siempre hay dolor y placer en toda relación. Y esto lo entenderás muy bien, pero sólo cuando el amor se haya ido.

Puedes vivir con miedo, apostando a seguro a lo que los demás creen de ti. De esa manera tu vida se refugiara en aceptar lo que no te hace feliz. Que lo que vives ahora es lo único que puedes vivir. Pero nadie conoce todo lo que puedes ser, ni siquiera tú, entonces no hay nada dicho: entre la realidad y la fantasía, lo que pesa es que la primera siempre nace de la segunda. siempre.

Puedes esconderte a la sombra de alguien, es más cómodo, más confortable. Es tan bueno que te quieran mucho, que te den sin pedirlo. Pero empiezas a depender, a perderte dentro de esa burbuja de atenciones, y luego si un día la burbuja se desliza debajo tuyo, estarás en el aire flotando, sin saber cómo volar, ni usar tus piernas. Más débil que antes porque solo te has querido si alguien te quiso.

Y sobre todo, puedes equivocarte. Debes equivocarte. Siempre te arrepentirás de algo, pero si sabes por qué lo hiciste, estarás tranquila para lidiar con lo que te pese. Poner tierra de por medio no lleva a ningún lado. Puede que la culpa no sea tuya, que hayan sido tus padres quienes te hayan jodido la infancia, puede que hayas sido dejada de lado, menospreciada o sobreprotegida, pero llega esa edad en la que dejan de valer las excusas.

No sé mucho más, la verdad no sé nada, pienso mucho y hago poco, pero sé que te deseo lo mejor, y eso me da confianza en lo que te digo. Serás feliz, lo eres ya. Sólo di hoy soy, mañana también.