5/8/14

rojo

Una mañana de invierno, le hice la pregunta final. él me miró, vio su ciencia, y dijo: Sí, ten cuidado de un carro rojo. No habrá luego del auto rojo mañanas, carreteras, ni otra cosa. Un carro rojo. Desde entonces sé que en otra mañana del futuro de la que no haré más recuerdos, un carro rojo y yo tenemos una cita inevitable. 

Como cosa paradojica, el carro más hemoso que conozco es este: un Ferrari 250GT California. Es belleza dura y directa. Música sobre ruedas. Dudo que sea el de mi cita, pero para mí es el  auto más bello que la humanidad fabricó de sueños e ingeniería.



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