Aprendí a verme feliz con simplicidad y luces: las flores cayendo, tocar la guitarra como un taradito; y en especial una chica linda con el pelo levantado buscando espontáneamente las únicas formas de decir
Ba-da-da-daa-daradadaaa
Desde esos años siempre me alegrarán las loquitas de la esquina, tercio nerds, tercio trastocadas, tercio dulces.
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