Argelia Concha Zapata llegó hoy día al cuarto de Mazeta, en los altos de Quilca, quería contarnos algo sobre sus últimos clientes:
Según cuenta, una mañana estaba llevando la comida semanal a una pareja. Cuando da con el número de su casa, le toca esperar un rato hasta que la puerta se abre automáticamente. Al pasar a la sala vio que una tortuga estaba encima de una cartera, parecía feliz, la lengua afuera y Argelia podía jurar que tenía en ese pedazo de rostro un gesto muy familiar.
De pronto salió la señora Malatesta, saludó a Argelia y recibió los envases para que fueran directo al congelador.
- La comida está toda con atún ¿no?, Argelia
- Si, inventé un par de recetas porque nunca he conocido tantos menús con atún, pero bueno ahí tiene lo que mejor sé hacer.
- Por supuesto, toma aquí lo que te debo y un extra por el trabajo de darnos nuevas recetas, pero no te preocupes si me cocinas siempre lo mismo, para mí igual sirve.
- Gracias, no me lo esperaba... Señora una consulta
- Dime
- La tortuga que tiene en la sala, ¿le pasa algo?
- Ay, no te preocupes Argelia, es que mi tortuga tiene esa afición.
- no entiendo
- mi tortuga es necrofílica
Argelia se ríe
- Pero, eso no es hacerle cosas a los muertos; yo no veo ninguno por acá.
- dirás que no ves ningún muerto humano. Te explico mejor, ves que está sobre la cartera jadeando y aplastándola en vaivén, fíjate, esa cartera está hecha de cuero de tortuga. Me entiendes, mi tortuga se viola carteras, zapatos y cualquier cosa hecha de tortuga muerta. Un día le descubrí esa afición y desde ahí se la consiento. ¿Para qué voy a juzgar el fetiche de mi tortuga?
- Pero que cosa más rara, y cómo hace para violarse sus zapatos si no fuera mucha la indiscreción.
- No para nada estamos en confianza. Pues por lo más sencillo, se pone encima de la abertura y ahí hace sus cosas, lo malo es que me llena de baba la punta del zapato, pero sabes algo que he descubierto: Mira mis pies.
Argelia ve los pies de la señora, está descalza pero a pesar de eso lucen tan brillantes como la leche en publicidad, y aunque no se atrevió a tocarlos, la suavidad era tal que podía verse. Lo más curioso es no tenían ni un gramo de suciedad del piso.
- Ves los limpios y cuidados que están, pues bueno un día uso un zapato violado y siento esa textura viscosa dentro, del asco estaba por vomitar, pero luego pasó algo sorprendente. Este líquido tiñó al instante la piel de mi talón con el brillo que ves, y lo demás estaba opacado y enfermo, como cualquier pie de mujer por los tacos y el trajín. Lo mejor de todo es que una vez, masajeas la piel con la secreción, repele todo el polvo.
- y todo ese brillo sobre humano por la cosa de la tortuga.
- Exacto. Y no sólo me sirve para los pies, también para las piernas, las manos. Mírame, tengo la tersura de una veinteañera y tengo casi 3 veces eso.
Imagen mental de Argelia: la señora Malatesta bañándose con la seminación de muchas tortugas.
- ¿De verdad, señora? Quién diría donde la naturaleza guarda sus pócimas de belleza.
Argelia continúa con su historia.
- Y no saben para qué sirve que toda la comida esté hecha con atún.
Lo que nos cuenta es más sorprendente aún, pero será revelado en la continuación.
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