15/6/09

el pequeño paso


La leyenda principal, y única en realidad, de los hombres Agrapunjiw relata que el corazón es el órgano que determina el curso de una vida. Pero lo más gracioso, es que aquel órgano por no tener más sentido que la vista, será el más soberbio de todos, dice a continuación la leyenda; y así la inconsciencia y el arrebato serán muy asiduas en sus actitudes, sus juicios, sus humores y sus olores. Porque:

El odio viene de la supremacía del corazón.
(tú, corazón diferente, no tienes lugar frente a mí)
El miedo viene de la melancolía del corazón. (esos latidos que pude haber hecho los dejé perderse, entonces a cuidarme pues ya nada lo amerita ahora)
La pasión viene del asesinato del corazón. (la felicidad depende de esta idea, de esta emoción, me dejo porque no importo yo, sino aquello que creo)
La tristeza viene del cansancio del corazón. (la sangre nunca cesa de venir, es demasiado, así que lo haré más lento si igual vendrá)
El orgasmo viene de la expansión del corazón (y todo el cuerpo latirá en temblores conmigo porque lo digo)
¿Y el amor?
Bueno, el amor es el nacimiento del corazón, el tejido de sus ventrículos y cavernas, el teñido de su color, la forma como aprende a mirar y por esto conoce como debe palpitar para ser y seguir. Sólo eso, de ahí el resto; es una mezcla de estados, que pueden asemejar al amor pero no lo son. Por momentos regresará el amor para volver a crear y renovar corazones, pero es apenas momentáneo. El amor dura un estallido infinitesimal, el resto del tiempo y el espacio los corazones son estrellas desperdigadas por el cielo diurno y nocturno, según los Agrapunjiw. Y una estrella es una bola de fuego, que asemeja un punto disperso de sus pares. Cada hombre Agrapunjiw tiene uno consigo.

{Los Agrapunjiw son una tribu nómade, famosa y misteriosa, pues son los únicos que crían y conocen todos los secretos del Huabi}

No hay hombre Agrapunjiw que pueda escapar de tal designio. Un dictado del corazón, así sea ignorado, tendrá consecuencias aciagas o dichosas o las dos. La raíz de tanta fuerza está porque se comunicarán con otros corazones por la mirada, y estos a su vez entenderán por la vista odios, miedos, pasiones, tristezas, orgasmos y esporádicos amores. Los sabios Agrapunjiw dicen que si los corazones fueran ciegos y en su lugar pudieran hablar o transmitir su esencia de forma directa, no serían tan soberbios y dictadores; así la vida de los corazones y sus poseedores sería más plena. Luego cuentan como aprendieron esto.

El arco que describe una flecha lanzada contra un ciervo, llega como un proyectil hueco que abre un hoyo en su carne y lo fulmina, pero este ciervo en realidad es un hombre. Un dios de la tribu les hizo esta jugarreta a dos cazadores para su divertimento. Los dos cazadores cuando llegaron a ver el cuerpo, vieron que no era un ciervo. Se lamentaron mucho y recitaron cánticos fúnebres en su honor, el dios se les apareció entonces;
- por qué lloran, si ustedes fueron quienes dispararon y lo mataron.
- pensamos que era un ciervo, pero no lo es.
- si no fuera alguien como ustedes llorarían
- no, no lloraríamos
- ven este corazón, convertí a este ciervo en hombre, y ahora lo vuelvo ciervo para que se sientan mejor; aunque sigue teniendo el mismo corazón, al igual que ustedes.
- quiere burlarse de nosotros, señor AAAA
- no, me gusta comprobar que sólo son capaces de matar a quienes creen diferentes, tal vez no todo está perdido con ustedes, si les quito la vista a todos, cualquier ser vivo será respetado porque no verán diferencias.
- quizá, respondieron los cazadores.

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