... sobre el amor siempre he sentido algo extraño. Sí, siempre he sabido que quiero que el amor me rodee, pero no demasiado. Sólo lo suficiente para que mi corazón sea feliz. No tengo porque cantar, basta con que sonría un poco. Sonría al mundo. Al amor travieso, pues mi historia fue una historia de esperanza y deseo en un mundo extraordinario, donde podría ser que los ángeles te ayudan mientras el viento sopla. Porque el amor como has visto, en un pulso puede volverse una cosa peligrosa, tan letal y fría como la luna. Pero hoy no, hoy es tan tibio como una brisa de verano.
fin
(las anteriores muchas páginas, quizá algún día lo leas, quizá, quizá...)
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