Los múltiples veranos se han agolpado como espejos enfrentados, cuál es la diferencia entre el del 95, o el del 2002... es una mezcla informe, no parecen decir luego de tantos soles, mar y arena, algo más allá de un número, que bien podría ser el resultado una suma o una resta.
Entonces, aparece nítida la idea, ante la fuerza del pasado no se puede ver claramente, no, no se puede, por eso, este sábado, como en 1995, o el 2002 y también en el 2020, sólo unos recuerdos serán los únicos vestigios de una multitud de seres y emociones que han pulsado tan brillantes como ver directo al sol, y no dejarán ver nada más en la otra orilla.
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