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Matemáticas
por el Mosca

Hay belleza despojada, desnuda belleza si prefieres, palpitando en toda la empresa matemática. Leibniz alguna vez mencionó que cuando Dios canta para si mismo, canta álgebra. Detente en este punto porque lo que acabas de leer está mucho más allá de la alegoría escrita, lo que quiere decir Leibniz, es como coger con los dedos el arcoíris y hacerlo volutas frotando tus dedos.
Estamos tan inmersos que lo ignoras, pero lo que se halla frente tuyo, detrás tuyo, incluso bajo tuyo, es obra del engranaje matemático, no pienses en este ideal pitagórico de que la realidad se puede matematizar, es redundante, la matemática es la existencia misma de lo real, no hay mayor secreto para entender en dónde estas.

Te pongo un ejemplo tonto, hace algunas horas ibas en tu combi, tu taxi, tu carrito propio. El tacómetro marcaba 35 km/h, sin sobresalto avanzabas y de pronto el carro frenó. ¿Qué pasó? No importa afuera, si fue un perrito, una viejita o la combi que te cerró. Lo primero que pasó fue que te abalanzaste para adelante. ¿Por qué?
Primera ley de Newton, en todo cuerpo la inercia del reposo o la inercia del movimiento, se mantiene a menos que sobre el cuerpo obre una fuerza externa.
¿Qué?
La razón de porque te abalanzaste hacia adelante, siempre así hasta el fin del universo, es que el carro se detiene, pero tu cuerpo no, esto porque tu cuerpo también se estaba moviendo a 35km/h, y como el carro se detiene, le toma a tu cuerpo un tiempo reacomodarse del movimiento a la nueva situación de reposo. De ahí que mientras más brutal sea la frenada, más fuerte será el reacomodo. Y lo mismo pasa al contrario, cuando del reposo aceleras vas hacia atrás, te pegas al asiento en el carro.

Entiendes. Y esto es física elemental. Álgebra, Geometría, Aritmética, Lógica, Física Cuántica, etc, pueden explicar casi todo, exceptuando un fenómeno que ya lo explicarán luego.

Desgraciadamente quienes nos han enseñado matemáticas han sido los menos indicados. De los que sabían, los más desesperanzados, y armaron un círculo funesto donde la magia y elegancia de las matemáticas permanecen cohibidas; como la desnudez de cualquiera de nosotros, sólo unos cuantos la verán si es que son los indicados, nos han dicho. Al diablo. No pues, no te la hacen ni mamacita, ni cuero, ni siquiera exhibicionista, las matemáticas son monjas de clausura. Aún así, cuando descubres lo que hay debajo de ese feo que te han pintado, es como ver a la persona que amas desnuda y bella frente a ti.

Hay misterios, hay incertidumbres, olvídate de que las matemáticas son ciencias exactas, eso se pensaba desde Euclides, pero un matemático desconocido en 1930 tiró abajo todo. Usa una ventana de google para digitar el Teorema de Gödel, te lo resumo porque quiero, gracias a este loquito se comprendió que todo el edificio de la matemática no está escrito sobre axiomas, sino sobre supuestos indecidibles; por siempre y para siempre el terreno de la indeterminación es el de la matemática. Einstein quedó admirado pero nunca pudo aceptarlo, era demasiado por motivos emocionales. En simple, 1+1 no siempre será 2, y la explicación de cómo esa suma simplísima se deshace es tan graciosa, porque tiene gracia divina, que no lo haré ahora.

Esta es la materia que amo, la que reverenció y aconsejó que si tienes una pizca de perspectiva, de mirar más allá de ti, pues ve los números, entrégate y verás la belleza desnuda del universo entero, y serás mejor persona, te lo prometo.