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Arquitectura
por La Nana

De niña, una mañana me pregunté cómo se hace una casa. Recuerdo por qué lo hice, mi casa tenía forma de caja con un frente de pasto y un patio atrás para las cosas viejas. Pero alguien se había mudado y empezaba a construir de nuevo una casa vecina. Ya no la hizo como caja, sino que construyo una ele en la primera planta, y en la segunda puso un frente redondeado. El descubrimiento de esa forma me trajo la presencia de un gran señor.

El primer día luego del derrumbe de la casa vieja, él sobre el terreno despejado trazó con cal según los planos de otro señor las divisiones de la casa, sus líneas irían a ser cuartos, salas, cocinas. Siguiendo el mapa en tiza, los albañiles empezaron haciendo el piso falso, después insertaron varillas, levantaron las paredes. Finalmente con la llegada del techo, tendían trabes y más varillas a lo ancho formando la cimbra, que era mojada para lo siguiente: sobre un tendido, que es la viga con travesaños que usan para subir, los albañiles llevaban rápido el cemento en baldes para verter y formar el techo. El gran señor era el maestro de obras Garcés, y me agarró cariño porque miraba largo rato lo que hacían. Ahí pude saber de las columnas de carga, el emparedado, el encofrado, el tendido de la red eléctrica, el repellado, etc. Una ciencia demasiado importante. Todos vivimos en algo, todos deberíamos saber cómo eso es que funciona y puede comunicarse.

Madera, piedra, concreto, vidrio, plástico, acero, adobes... Hay tantos materiales presentes en el nacimiento de una construcción, que se trata de una combinación muy antojadiza, precisas manejar el volumen como si fuera una armonía de luz y vacío; pero con reglas estrictas pues de lo contrario puedes traer todo abajo con gente además. Si debes entender algo de niño es justamente el respeto por lo monumental de un hogar, o cualquier construcción, porque construir es complejo; ordena y dispone lo que veremos la mayor parte de nuestras vidas. Cómo podemos sentirnos orgullosos para amar un espacio si desconocemos el lenguaje en que está escrito. Este entendimiento de la arquitectura, no lleva acaso a preguntarse obligado cómo se hacen más cómodas, cómo se hacen más bellas.

La idea de construir para mí es transformar el espacio. Creas algo grande y duradero, no es para tomar a la ligera, y ese dominio del espacio y los materiales del maestro Garcés, me fascinó; pensé que era lo más emocionante que alguien podía hacer. Cuando le dije quisiera ser cómo Usted, él se río y me dijo niña este trabajo es duro, mejor se arquitecta, ellos planean todo y nosotros lo hacemos. No lo entendí bien, pero con el tiempo ese fue mi camino. La Arquitectura habla mucho de la humanidad: los templos, las casas, incluso las vías, son nuestra conquista sobre el ambiente para el tiempo. Construimos porque somos capaces, entonces deberíamos hacerlo de interés general.
Todo ladrillo es una esperanza de futuros recuerdos.
Toda casa es una fuerza.