19/7/10
faro
Mosca: te sabes la del faro del sultán.
Nana: no…
Mosca: era un sultán que regía la mezquita más fastuosa de Constantinopla, y su hija era la más linda de esos lares. Entonces, una noche una maga le dijo al sultán que a su hija la mataría la mordida de una serpiente. El sultán temeroso, hizo construir el faro más inaccesible que se recuerde. Rodeado de olas bravas y soldados más fieros aún. Se convirtió en el bastión de luz que guiaba a los barcos que surcaban el Bósforo.
Y ahí encerró a su hija, quien naturalmente estaba devastada por la penitencia, aunque era atendida por una legión de amas y eunucos que la mimaban, siempre desnudos porque nada sospechoso podía subir hasta lo alto del faro.
Enflaquecía con cada estación que pasaba y sus llantos se volvieron la única comunicación que tenía con el resto, hasta que uno de los soldados que la cuidaba al borde del farallón, la vio asomarse en lo alto y se enamoró. Por este sentimiento ideó muchos ardides para burlar las disposiciones del sultán y llegar hasta ella para enamorarla.
Hasta que al final de su cortejo va a rescatarla en una barca, y antes de sacarla del faro le ofrece un ramo de flores que la hija del sultán acepta feliz…
Y qué salió de ahí…
Nana: ¿qué?
Mosca: una serpiente que muerde al instante a la chica… y empieza a ponerse mal, muy mal, la poca vida que le quedaba se esfumaba
Nana: que trágico habías resultado…
Mosca: pero, el soldado frente a ella reacciona rápido y empieza a succionar el veneno de la herida, así que la hija del sultán no muere.
Logran escapar, se casan, el sultán los acepta gustosos de vuelta, y viven en la mezquita donde morirían por razones distintas a serpientes venenosas.
Nana: oh, que romántico habías sido Mosca.
Mosca: No pe, la moraleja no es el destino y lo que uno cambia. Es que debes aprender primeros auxilios, no vaya a ser que la caguen frente a ti.
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