hay una sutil atracción por dejar de poseernos.
¿cuál será el propósito de buscar nuestras emociones en los humores y los líquidos que componen a otras personas?
imaginamos que podremos conquistarlas, llegar a poseer algo más que nuestra identidad
pero al final de la noche, nuestra propia sangre es el mejor consuelo ante la constante frustración de no llegar. Tibia y dentro nuestro se renueva constantemente para seguir en la idea de que alguien más que yo piensa en mí.
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