Hoy al abrir mis parpados tenía fresca tu imagen.
Eras enfermera con uniforme y pañoleta verde para el frío, así te soñé; y yo era piloto militar. Lo cual puede caer en la cursilería, pero la vida es por ratos cursi, como mi sueño y el momento que nos soñé.
Fue real, por darle un estado, y al despertar aún podía comprender los hechos que nos llevaron a juntarnos en algo así como una gran conferencia. Ves incluso éramos desconocidos por conocerse en mi ensoñación. Pero con el paso de la mañana es nebuloso lo que nos llevó a mi inconsciente. No lo espero, tampoco lo rechazo. Solo se da, como las ondas producidas por un canto que cae en un mar insondable y quieto.
No sé a donde me lleve verte al cerrar los ojos, es poco creíble decir que te veo o te pienso; pero tampoco busco engañarnos, al soñar estamos solos, solos con la inmensidad de nuestros vínculos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario