Fue un día nublado, y con viento fuerte, como si el mundo se hubiera apagado ante la rutina donde todos salimos a comprar y llenamos las tiendas y las calles.
donde se consume y poco se entiende sobre la dureza y la pobreza interna, como pequeños pájaros enjaulados que cogen los barrotes de la jaula.
fue un día siniestro que se inflama como la piel ante el golpe, que se enrojece de tanto maltrato repetido.
fue un día opaco que parece ser la confirmación de que papa noel se la lleva fácil con la anuencia general, y es poco común recordar que un maestro llamado jesús dijo algunas cosas claras: sobre el amor y la vida, y los bienaventurados niños
yo también he olvidado esas cosas.
yo también he golpeado y luego me arrepiento
yo también he gastado porque no puedo dar otra cosa
es triste, pero desaparece el entusiasmo cuando se ve el mal sabiendo que no sirve luego recriminarse.
fue un día sin luz real ni brillo.
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