Y yo que fui tramposo, porque, mi trampa era guardarme el dolor y no enfrentarlo; terminé enfrascado en la desdicha de desdichar. y te alejé parte y en todo, sin mayor razón, que solo la libertad que hoy anhelas.
pero ate una verdad, que este estado ha de servir para conocer mi primer amor, la raíz que debía ser, buscar por mi corazón para amarlo por mí mismo, y no esperar que tú o alguien más lo valore.
Porque estando solo, puede que siga solo en perpetuo, pero si tengo mi luz, esa calma de quererme a mí, ya no esperaré de ti el reflejo de una pasión, ya que mi gran tarea habrá concluído. Sabré lo que es sentirme lleno, sabré lo que es sentirme feliz, sabré que mis huecos están sanados, y mis heridas... y cómo tú me dijiste: mi potencial estará brillando.
Es la dulce enseñanza que me dejas, pequeña C.Chi.; es el paso que me abres para saltar. quererme a mí y valorarme.
la magia de mi corazón para mí primero. y quizá haya un andén,
¿quién sabe?. Solo Dios sabe.
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