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una pareja sentada a las 6y25 de la tarde en una banca de cemento frío.
ella le dice con un tono muy agudo en su voz inquieta, mira ahí está su cabecita
él no sabe que forma distinguir en esas manchas en negativo
ahí está mira -le dice ella- con una ilusión que se escucha como alegría que acompaña y alimenta;
y él coge esa pequeña foto y mira al futuro de sus bendiciones y temores, con mucha espera siente que puede enamorarse de unas manchas negras en líneas, que pasará el tiempo a oscuras, pero hay unos labios que le sonríen y que en unos meses susurrarán el sonido de papá.