17/10/20

Estrategias de cerezo

En un altar de deidades, tengo un pequeño momento de reflexión. ¿Qué es el miedo? 

La explicación puede ser larga y entonces solo me queda entrecruzar una suma de recuerdos desde una época donde visitaba en el centro de la ciudad el templo vaishnava, en ese paseo bullicioso, al cruzar la puerta podría elucidar como un pequeño oasis de olor rancio, escaleras de madera, incienso y salas de columnas altas con espaciosas alfombras. Yo era un desconocido, ellos también para mí. Y en este espacio parecía que luchábamos contra los egoísmos y la miseria, que las deidades de Visnu en el aparejo de la no crueldad y la hermandad eran indetenibles. Pero el sueño no dura tanto. Ese espacio solo fue de tránsito, pero creo que mirándolo desde la perspectiva hoy sábado sí me sentí protegido y escuchaba ideas que luego resonaron y dieron mi cambio de vida. Ya es casi una década de aquello. Parece tan poco para tanto.

Estos movimientos llegan melodiosos al presente, donde este fin de semana pienso en el miedo, por la operación quirúrgica de alguien querido; y me da nostalgia y también el breve terror del perder deceso. Hasta incluso escribir esta última oración me embarga y me obliga a tocar madera. Oh lejana tribulación oscura, mantente lejos, por favor. Ahogado con ideas cruzadas, solo espero, solo digo que el tiempo viene en haces y lo vivido es un rompecabezas entre ensoñar o reconstruir, y eso conecta fuerte con los sentidos y una sonata de melancolía por el pasado que ya desapareció. Visualizo esas calles del centro en aquel momento, cuando incluso con el covid entiendo que este lugar ya ha cambiado inevitablemente.

Quien era antes, me pregunto si podré otra vez volverlo a ver, a sentirlo, o lo que permanecerá es lo que mi cerebro ha podido interpretar para reconstruir como si hubiera sido mi pasado. Luchas de seres alados y encarnaciones de Visnu, parece que entonces contenían todo el universo en sus diálogos y trabajos. Y bajo el domo de esta noche de sábado, el miedo ocupa un espacio, del que no puedo sacudirme fácil. Es difícil enlazar quien era y que viene pronto, por lo que se cierne la siguiente semana; como un acero lento y filoso. 

No puedo hilvanar mejor mis ideas: estas en mi mente, ya no estas. Mi felicidad y seguridad son una danza de "lo siento". Si pues creo que el termino soledad aplica muy bien a este noche recordar. Y solo espero y recuerdo. Entre cosas pequeñas de suave tiempo, o más atrás. 

Pude ser mejor de lo que fui, pude amar mejor, pude arriesgarme. Tiempo, y supongo que es mejor callar frente a las cosas que vienen a mis labios. No sé como decirle al miedo, pero viene cerca y lo conozco.