25/12/20

La noche de viernes

Gracias primero. Ante la Caridad, Fe y Esperanza. 
Estas son las virtudes teologales, durante la noche de viernes navideño, día especial entre varios. La triada brilla porque estamos en un tiempo donde se obra por impulsos que sacan lo mejor de todos nosotros. 
Corazón y obras buenas. 
Quien ante la navidad no quiere ser mejor humano, estamos guiados por la natural ayuda y el simple compromiso de desear felicidad. Y eso es especial cuando ocurre esta fecha del año. 
Con exactitud el verbo es construir un momento para entender que existe amor y gracia entre nosotros y nosotras, ante tanta oscuridad de siempre.
La gracia es un musculo pero también un aliento. Y hoy doy gracias por todas las bendiciones que he obtenido. Gracias gracias gracias.
Que el recuerdo de tantas navidades pasadas sea tamizado por el espectáculo de que sigo en el presente, que puedo y hago. Tiempo a tiempo sin detenerse, para tener un buen momento, bajo el cielo y el sol. 
Bailando con dioses indios y mis canes. Es una energía para agradecer por lo que existe y he tenido la suerte de obrar para mí y quienes amo. 
Y mis pensamientos y emociones pueden ser supersónicos. Estelares.
Y ante toda elección, posibilidad y cambio. La mejor palabra es gracias. 
Lalalalala... Gracias Dios. 

28/11/20

Cuando crezca

Bajo el curso del día 333 del año 2020, en la víspera del día 334. En una pequeña sala, donde los rayos del sol empapan locuras y soledad, una pregunta brota con mucho sentido: ¿es la vida justa? Los ecos tras la ventanas, viajando entre las cimas de cerros y montañas, parecen que oraran el mantra:

No, la vida es karma
la vida es karma.
la vida es karma.

y de pronto ante la luz fija de las pupilas de un canis lupus, todo es un inanimado gesto.

Y si resulta que he estado equivocado, me es difícil conquistar la honda certeza que me he movido entre cielo y mar, empujando una dicotomía de blanco y negro, donde el mundo que nos toca presente, solo se regía por la justicia.

Pero tal vez, quizá,
Si la vida y nuestro mundo son karma; entonces lo que nos toca son privilegios, trampas, suerte y reacciones inmerecidas. Simplemente sucede, porque pasa entre la entropía, el sufrir y sonreír.
Quizá,
que el ritmo de mi corazón haya aumentado por encima de 110-120 estos últimos meses, hable de que me consumo la vida más rápido.
Quizá,
el que hoy se haya roto sin explicación por la mitad mi vaso favorito, toque el extraño sino donde una corriente troque la fuerza eléctrica de mi ser.
Quizá,
la sutura de mis pensamientos y mis palabras de aliento y soporte a otras, sean un grito de respiro para creer que no estoy ciego, porque no viviré por siempre, y por lo menos debo dejar huella para que me extrañen.
Quizá,
como me enseñaron debo cultivar la humildad de que ni estoy en lo cierto y debo ser un testigo inexperimentado. Poco sé, poco he logrado, poco pasará. Y todo lo que debo ser se contiene en la breve extensión de un suave murmullo.

Un milagro ocurre cada pálpito y cada palabra.

La vida se gana, la vida se pierde; y no hay justicia. El mundo es nuevo cada mañana, porque solo tenemos presente y los emociones y acciones que hagamos le darán el color que caiga.

Termino entonces de cerrar la cortina, la luz de la noche inunda. Y pienso en el eclipse, la salvación de la música y el suave manto de una ducha en agua. Mi última ducha de 38. Gran salud, genio y milagros.

14/11/20

La mano lucha

 Una de las cosas más graves que nos han inoculado es el "no querer defenderse" porque hay que aceptar los hechos consumados. 

Ante la injusticia y el abuso, muchos discursos que proponen "la calma" parecen que pidieran dejarnos agredir y abusar hasta el infinito; sin oponer la mínima resistencia e incluso suplicando más autoritarismo. La historia enseña que siempre se puede hacer algo para defenderse ante la injusticia. Siempre.



17/10/20

Estrategias de cerezo

En un altar de deidades, tengo un pequeño momento de reflexión. ¿Qué es el miedo? 

La explicación puede ser larga y entonces solo me queda entrecruzar una suma de recuerdos desde una época donde visitaba en el centro de la ciudad el templo vaishnava, en ese paseo bullicioso, al cruzar la puerta podría elucidar como un pequeño oasis de olor rancio, escaleras de madera, incienso y salas de columnas altas con espaciosas alfombras. Yo era un desconocido, ellos también para mí. Y en este espacio parecía que luchábamos contra los egoísmos y la miseria, que las deidades de Visnu en el aparejo de la no crueldad y la hermandad eran indetenibles. Pero el sueño no dura tanto. Ese espacio solo fue de tránsito, pero creo que mirándolo desde la perspectiva hoy sábado sí me sentí protegido y escuchaba ideas que luego resonaron y dieron mi cambio de vida. Ya es casi una década de aquello. Parece tan poco para tanto.

Estos movimientos llegan melodiosos al presente, donde este fin de semana pienso en el miedo, por la operación quirúrgica de alguien querido; y me da nostalgia y también el breve terror del perder deceso. Hasta incluso escribir esta última oración me embarga y me obliga a tocar madera. Oh lejana tribulación oscura, mantente lejos, por favor. Ahogado con ideas cruzadas, solo espero, solo digo que el tiempo viene en haces y lo vivido es un rompecabezas entre ensoñar o reconstruir, y eso conecta fuerte con los sentidos y una sonata de melancolía por el pasado que ya desapareció. Visualizo esas calles del centro en aquel momento, cuando incluso con el covid entiendo que este lugar ya ha cambiado inevitablemente.

Quien era antes, me pregunto si podré otra vez volverlo a ver, a sentirlo, o lo que permanecerá es lo que mi cerebro ha podido interpretar para reconstruir como si hubiera sido mi pasado. Luchas de seres alados y encarnaciones de Visnu, parece que entonces contenían todo el universo en sus diálogos y trabajos. Y bajo el domo de esta noche de sábado, el miedo ocupa un espacio, del que no puedo sacudirme fácil. Es difícil enlazar quien era y que viene pronto, por lo que se cierne la siguiente semana; como un acero lento y filoso. 

No puedo hilvanar mejor mis ideas: estas en mi mente, ya no estas. Mi felicidad y seguridad son una danza de "lo siento". Si pues creo que el termino soledad aplica muy bien a este noche recordar. Y solo espero y recuerdo. Entre cosas pequeñas de suave tiempo, o más atrás. 

Pude ser mejor de lo que fui, pude amar mejor, pude arriesgarme. Tiempo, y supongo que es mejor callar frente a las cosas que vienen a mis labios. No sé como decirle al miedo, pero viene cerca y lo conozco.

23/9/20

No importa la reina

Tomamos en este momento de nacimiento de la primavera, una transición, y puedo pensar ¿si acaso hay futuro? Varios han muerto en estos meses, porque además se extienden los modos oscuros de las dedicatorias, que solo refrescan la brevedad de la vida. Y las fotografías no tienen respiración, por mas pálpitos que hayan producido.

Pero cuál es natural peso de una época como la del Covid-19, la respuesta es directa y sin ilusiones: transformación. Yo realmente he sido un niño muchos más años luego de mi juventud, y puedo pensar que el proceso de volverse hombre es un camino para entender el respeto y los límites; míos y hacia otros. Y soy estúpido y yerro. Y aunque involuciono en una galaxia de estrellas, que mejor pastilla que sí, no tener la última palabra, ni justificar, solo ofrecer un simple perdón.

Siendo yo, teniendo el control y conociendo que la responsabilidad es un trabajo exponencial. Porque la responsabilidad es una energía que genera vínculos de generación, creación y evolución. 

De qué me hago responsable. De todo lo que he hecho, pensado y sentido. Y aunque no existe control de emociones y pensamientos, es muy cierto que lo que más importa son las acciones. Y respondo con todas mis habilidades por mi actuar, y aunque no he ido terapia, si reconozco que quién fui antes, ya no está en el mismo salón de hoy. A través de luz, lágrimas, paredes y tormentas. He crecido mi credo.

Entonces, comisarios de mis culpas y remordimientos, sí he sido culpable de actos que hoy no me representan. Y aquello pasado aunque me produce miedo, es más un ego como armadura en la oscuridad. Y con viento y calor, lluvias y sol de reyes y reinas; creo que también es natural soltar el miedo de que el pasado te caza. Solo queda respirar cuando acudan mis miedos. Y gritar, cantar y sonreír. 

Fallé y perdí gente importante. Pero, es imposible tener a mi lado a toda la gente valiosa que me tocó conocer. Fue un presente, que como regalo en nuestras vidas se permite un espacio de alejamiento, porque las espaldas y los corazones de todos tienen espacios limitados para retener más allá del tiempo señalado por Dios. Recuerdo en este punto la enseñanza, Dios sabe lo mejor. 

Aprendí entonces que la vida no funciona  como un camino de acumular solo lo bello y especial; también el proceso vital es soltar, las manos que tuviste junto a épocas, y con esto pierdes miedos y suciedad. La mayoría personas valiosas en mi vida fueron un breve acompañamiento, y hay un cuantioso número que nunca conoceré. Transformación del verano al invierno, y del invierno al verano en un ciclo continuado. Y al final, solo muy pocos, alguien de la familia o una u otro amigo, persistirán. Eso va bien. Perder para sostener aquello que debe permanecer.

Necesito esperanzas. Y seguir ordenándome día tras noche, que debo creer. La llamada a la magia y al reino del dominio personal.

Mosca, Aviador, Nana, Ada, Silvia, Julie, Sobri, Curro, Mazeta, Ponyo; también son magia, son parte del juego. Gracias.

Perdón, si me lees y te herí y perdí. Era parte de mi proceso de inmadurez con yerros, y en sumas y restas no merecía quedarme, tú tampoco porque hay un camino.

Seguiré, continúo. Como una radio universal, continúa la música y la creación. Punto seguido.

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Sé que este diario, o textario, que ha sumado muchos agostos desde su nacimiento, es posible que un día llega a un fin. Mientras llegue ese día del fin del mundo donde ya no se renueve más; por lo menos en cada mes tendrá un espacio para el vaivén de nuestras comidas, de nuestras posesiones, de nuestras comunicaciones binarias. Porque pulmones, corazones, riñones, intestinos y más sistemas orgánicos, no ha llegado la hora de que nos decepcionemos. Quedan verbos, sigo por acá.


2/8/20

sábanas

Cuando estoy echado a mediodía en esta cama de dos plazas, bajo un par de frazadas que permiten darle espacio a la ventana abierta,
escucho en este paso del viento que llega, el canto de los pájaros, y en su trino puedo adivinar que se alegran de que no haya tantos humanos por ahí y por allá. 
Bajo estas frazadas y una sábana estiro mis pies sin medias, frío y largos con firmeza recorren el espacio de su libertad con mucha exuberancia. 
Te das cuenta que tus pies sonríen porque no paran de mover los dedos y se desplazan en la prisión oscura de tu cama con mucha soltura.
En diagonal, recogidos, estirados, ángulo recto, tengo la panza hidratada de jugos de naranja, y por el sabor cítrico de mis labios me place el domingo. 
Liviano este momento, bendito el rato a solas oyendo pájaros felices de no ver humanos. 
Los entiendo. Los acompaño moviendo mis pies bajo dos frazadas sin ninguna otra dirección que sentir, una vez más, el ahorita. 

1/8/20

estrella al norte

Te hablo de una historia entendible como que te puedo sentir
Quisiera que lo pensaras, yo llevaba un pequeña mochila negra entonces 
Y por alguna razón quisiera haberlo notado más sencillo de portar. 
Pero entonces llevaba mucha inmadurez y más miedos producto de mi inexperiencia. Si reconstruyo mi narrativa, en esa mochila he llevado tus cuadernos. 
Hey chica, ¿te he gustado? 
Creo que de simpáticas formas te sonrío porque es la primera vez que pienso que pudo ser así. 
Hoppípolla debió aparecer y sonar en nuestro otoño invierno. Por eso sonrío más, nos adelantamos siete años a esa melodía islandesa. Jugamos y soñamos, por eso no envejecemos. 

31/7/20

mírame a las 6

Dejas feliz sobre el camino de cerezos, la huida del pasado,
tú y yo de las manos juntados
Volaré hacia una piscina vacía en una patineta setentera. 
Y con ese giro al aire podemos encender el baile de tantas vidas en sus inviernos. 
Imagino la danza de pequeñas historias que nos hemos contado, 
donde me dices que no sabes bailar salsa, pero yo tampoco. 
Empapados de una fiesta subterránea, con el ardor de una tarola y una botella helada de maracuyá. 
Intentamos, entre sueños pintados 
un mundo elevado y claro
Y en giros como amigos jugando en sillas con fuego
Somos remolinos, y llamo a un recuerdo
que nunca ha sucedido allá afuera, 
tantas veces soñado esperando en la forma del silencio. 
Que habrá sucedido por tus pensamientos la víspera del primero. 
No, nunca hemos estado. 
Pero te he esperado en los inviernos que vienen a cazarnos. 
Oteo la luna mientras tú miras al sol
Y esta noche estamos aquí, 
yo pensándote y tu llamándome. 

28/7/20

Sirena cohete

Empezamos con las noches frías de este invierno no estático, que entre el viento trayendo en sus silbidos las penas de tantos idos por la pandemia y entre el sol de mediodía que abriga de luz saliente estas semanas; nos hacemos audiencia del incansable vaivén de la naturaleza consciente de caos. 

Monumento a nuestros ojos, 
historia de los relojes que avanzan sin batería. 

Desconocido es para mí, también para nosotros, qué tendrá deparada la vida para tomarse hoy como un presente y mañana como un recuerdo regalado. Es julio que se acaba pronto, en un año de premoniciones y de cierres para esta era del pez.

Sin embargo, recordemos también los nacimientos, que arriban con el llanto de una recién nacida, que ante la luz del invierno conjugados con sus estrellados aretes de oro en los lóbulos, remarca que el sonido es el inicio. El sonido también enlaza con lo divino.

Cuenta una vieja leyenda hebrea que fue necesario templar el material de nuestras almas con nuestra carne, con mucho sacrificio y dolor. Transfigurar nuestro ser con un errante caminar por un desierto de días calientes y noches frías con poco alimento y bebida, para que se expulse atosigando nuestra carne de la sed y el dolor, los yerros del ego y la ira, la nostalgia y la pena. Y ya con el último aliento, abandonados como pellejo, somos el metal que labrará Dios. Pero claro ese es el camino de unos pocos. Aunque está para todos.

Hoy los desiertos son vastos y mucho más sutiles; en redes de información, en la vasta intranquilidad de que no somos quienes quisiéramos. De qué soñamos lo que otros consiguen, de que perdemos lo que otros desean, de que caminamos con zapatos en tierra sagrada para pisar descalzos.

Es una oscura y brillante línea de horizonte que se traza, bajo la neblina, bajo el sol oscuro; con los cantos de sirenas que ya no dejan tiempo de amarrarse al mástil de nuestros vehículos, o de tapar los oídos. El sonido de esas doncellas de Odiseo, nublan el camino de mujeres u hombres. Con bastantes pensamientos que trepidan y desgano que avasalla.

Y dónde buscamos la felicidad, para completar lo que nos sacan las sirenas del mundo. Es una gran pregunta, es la cuestión de hoy.
Quizá en un viaje a las estrellas, que son la multitud del firmamento, el espejo de nuestro lugar en el universo y la tela que abriga la atmósfera.

Quizá en saber que las estrellas no están afuera, sino adentro. 

En puntos de nuestras pieles, en surcos de nuestras venas, en remolinos de vellos, en los lunares que poseemos, todas ellas se quedan impregnadas por las huellas estelares de lo que somos cuando escogemos y lo que nos depara el mañana luego.

Queda nuestra voz, porque somos los que destierran sirenas con sonrisas, la sirena que hay en ti estuvo antes en mí.

25/7/20

Sin tiempo

Cada 25 es un día sin tiempo.

Hace muchísimos años, sábado como hoy, ocurrió esta peculiar despedida de uno; que tras salir de clases y verte por esa calle de santa beatriz al lado del gran parque, que hoy ya no existe como antaño, no la cobijan esos árboles y las sombras de entonces; te impregnaste para siempre en mí como una situación de color, olor y hasta sabor.
Pero, tú, ensortijada llevabas tu espalda, y así te perdiste con tus amigas ignorando el peso de ese día con ese momento.
Y ya no te volví a ver.
La magia del tiempo y los designios es muy precisa, casi matemática de energías y mística.

El año pasado un 25 de tal, me despidieron de forma muy sintomática en medio de la lujuria de un estado febril. Vaya que sentí que podía durar más. Pero, aquella mujer fue dura y enfática, no quería saber de mí.

En la hora actual, por la penumbra de la noche de víspera de viernes, también sucedió algo igual. Por teléfono, yo en mi cuarto, otra interlocutora, ahora era alguien que no podía corresponder y de nuevo me dijo hasta luego, que debía olvidarme, aunque le dije que podíamos ser amigos. Colgó y acabó.

Recuerdo que tú me dijiste hace veinte años lo mismo, y siempre pienso que debí aceptar y aprender lo que es ser tu amigo. Pero vaya ya es tarde para desandar ese camino.
Pero qué haces cuando las lecciones te son dadas tempranas a ti, y a otros les falta saber.

Igual te confieso algo, si te escribí hace poco en tus cuarentas, es porque un ave me dijo que en tus sesentas será una buena anécdota. La escuché mientras caminaba hoy.

Lo que son las cosas, estos 25 me llevan a que alguien me deje atrás, cuando se podrán quedar. Yo creo que la respuesta es muy simple, y lo digo con una sincera sonrisa que te imagina de espejo: el amor propio y el amor de Dios es lo verdadero que necesito hoy. Y punto.

Hoy escuché en el azar closing t y true l.
Para luego, en la frontera de este día, habrán tres canciones pensadas en ti por la medianoche: corazón...., ... pensé... y ... veces. Ojalá algún día te las pueda hacer escuchar.
Es curioso, pero nunca más volveremos a vivir un día sábado parecido a hoy, solo al final del siglo se repetirá. 
Entonces, es especial decirle hasta nunca pronto, fuiste muy importante, pero es momento de avanzar. 
Te sonrío y abrazo en tu estado. El sin tiempo avanza para abrirse a las trinos de la nueva puesta de sol.

16/6/20

sueña vívido

Solo sabemos que lo que llega, es un río impredecible, como polvo al amanecer claro.
Dulcemente terminan los bailes y la música que hemos guardado en una oración de ir y venir. 
¿Te debo dar una razón? 
Paras, y te sientas, y sabes que para ganar debes perder algo. Entregarlo a los jueces del destino. 
Y sí, mi vida ha estado entre páginas de un libro, pero cuántas canciones te he cantado, tantas como he dicho tu nombre. 
Buscando acercarte. 
Y he aprendido de tontos y salvaje que así se conjura el misterio de saberte bella y lejana. 
Tu sabes que es verdad, todas las cosas buena vienen a ti por tu nuevo estado, entonces canta conmigo.
Aunque huya la posibilidad de cruzarnos. 
Canta por la alegría, por la gratitud. 
El gran señor de los cielos está oyendo para bendecirte
¡Serás mamá!
Y eso conjura en medio de la noche la más grande fantasía que tendrás: vida que creas, niña ensortijada.
¡Eres mamá! 

12/6/20

Amarillo perfume

Tal vez estas viendo esta noche Serendipity.
Quién sabe...dificil de saber. 
Pero se puede desear, o puede cultivarse como pálpito. 

Una noche de viernes, cielo grueso y con algo de ligera garúa. 
Si me escucharas te diría: 
Llegué a la conclusión que hay que ser torero (simbólicamente)
Poner el alma en el ruedo
No, No importa lo que se venga...

Everything happens for a reason.

26/5/20

Soul Mate

Existe una paradoja vista por antropólogos:
a las personas egoístas les va mejor en obtener éxito, fortuna o relaciones; pero las sociedades más eficaces y prósperas son las altruistas. Entonces, ¿cómo se construyen grupos colaboradores, cuando los individualistas obtienen grandes beneficios?

A Margaret Med, eminente antropóloga, le preguntaron una vez cuál es el primer rasgo de civilización, ella respondió amablemente, un fémur roto sanado. Porque en la naturaleza, si un animal se le rompe la pierna, no vivirá lo suficiente para sanar. No puede ir por alimento, bebida o correr si hay peligro. Un fémur que se curó muestra que alguien cuidó y alimentó a la persona que cayó en desgracia. Por tanto, Mead concluyó que la chispa de civilización, es cuando aprendimos a ayudar a personas que estaban en problemas. 

Entonces, la respuesta a la pregunta de arriba es sencilla, hay situaciones de crisis donde alguien decide seguir una senda individual, o muchos escogen colaborar y ayudar a otros. Es una decisión que yace en tu voluntad propia, y solo las sumas construirán grupos colaboradores. 

Por eso no pienso que estamos en guerra, ni uso analogías militaristas. Es peligroso eso, porque señala la responsabilidad en otros, enemigos. Tenemos rota la pierna, pero la naturaleza no lo hizo ni es nuestra enemiga. Nos tocó una responsabilidad, que veremos como decisión de cada uno: qué escoges. Esta respuesta es crucial, porque determinará el tipo de sociedad que surja en la nueva normalidad tras la pandemia. Así:
¿Cuál será el centro de tu decisión? 

4/4/20

88 entre 4

Este sábado es especial
Esta noche, noche de hoy
La imposible se hace posible.
Como un espejo tras 22 traslaciones, el mismo sábado de un puente en el salón de geometría.
Cruzando la frontera del espejo para tocar el camino del conejo y las granadillas del árbol. 
Por las iniciales sagradas de nuestras rimas, suman casi igual en un claro ejemplo de que somos sobre el tiempo. Alas y alas para mariposas. 
Y hoy tu sangre en menor vida, dijo claro en su tuit: Que sábado para más hermoso.
Es un sábado especial, es hermoso. Las claras palabras de la energía de tu sangre. 
Alcohol para las mascarillas, sales para las gárgaras de garganta. Bajo tiempo de cuarentena. 
Que necesito decir, hazte ya presente y cosamos las letras h... e... r..... Y las que sigan de nuestra voluntad. 
Hoy lo señalaba a la madrugada, el amor no es perfecto es una fuerza. Y es la fuerza que yace detrás de la más grande fuerza del universo: nuestra voluntad.
Esta noche es parte de un sábado hermoso. 
Pará vivir, yo soy tu único, tú eres mi única. 

29/3/20

Luna de abril

La luna irradia en su calma nocturna una senda directa a la salud de los tiempos. Desde la búsqueda de tiempos egipcios en Bastet hasta la forma moderna de ese satélite plateado que refleja el candor solar.

Solo hemos sido testigos de una época contemporánea de radicales giros. Pero ya tocaba el vivir nosotros las páginas de historia que nuestra descendencia tomará en salones.

Unos detalles que se escurren, al respecto pues hoy el 80% población mundial estudiantil ha dejado de ir a salones y lo está llevando virtual o no lo lleva. 

Está cifra tan alta me metió en recuerdos de una película donde el viento y los árboles eran la danza funesta para la antelación de una enfermedad de la mente que llevaba a la crisis total global, porque te quitaba el querer vivir. 

La naturaleza siempre ha parecido tan tonta y víctima que la humanidad saliendose con la suya en su progreso, pensó que jamás podría hacernos algo en revancha. Esa vieja película donde estaba Summer nos mostraba el concepto equivocado que tenemos de la gran pachamama. Si lo hace y de la manera más dura y sin misericordia de su poder. 

Lo otro me recordó que alguna vez conversé con una chica de Japón y lo especial de sus bosques, sus templos y árboles de cerezos que coloreaban el otoño. Una chica extraña que ofreció por poco tiempo el regalo de compartir un sueño japonés.

Entonces qué surge para la noche de este otoño que empieza, pues que el cielo es vasto y el Cinturón de Orión marca un camino hacia abril. Con la luna como ejecutora primera, bajo la mirada de Bastet y Artemisa, en el ojo tridente de enseñanzas oscuras que está arribando, la segunda lección para nuestra humildad, la mente de muchos será el siguiente trofeo. 

1/3/20

Buenos tiempos

La mañana del domingo 1ro de marzo, fue un primer aviso para la notación de un cambio. Cierta sensibilidad en el sabor de su boca indicaba que, los alimentos y la química delicada de la barriga entraron en una conjunción inminente.
Sonaba el rock en la radio vetusta de su adolescencia, por tanto tiempo bajo lluvias y soles. En la madrugada de tal primero tuvo la inspiración del orden de los números, ayer bisiesto quedaban 9 meses para sus 39. Y también, era el décimo bisiesto que su experiencia de sumar día a días cumplía.
Quería salir, el viento empujaba sus cortinas cerradas, henchidas en las fibras redondeadas del aire fresco empujando a penetrar; entonces tenía en mente a un dragón y una caminata de mediodía. 
Pensaba por entonces en la vergüenza, en el error, en la luz de una chica melodiosa, y se dijo como si fuera fácil enrumbar este cambio que ya le bullía. 
-¡De niño quería ser astronauta!
Somos lo mismo que nuestros diseños dijeron, somos lo mismo si ya todo está dicho, somos lo mismo si lo que es será y nada más, somos lo mismo si para vivir no hay que planificar, a los sumo intencionar. Reflexión. Somos lo mismo si saltamos a un río que no cesa de discurrir. Que es ser lo mismo, bajo la misma línea. 
En pijama, él dejó de escribir. Camino luego desnudo en la soledad de su hogar. Vio, por final, en el calendario, en un mes será miércoles 1ro de abril. Otra vez. 
¿Significará algo?
Siguió para vestirse y vivir ese domingo presente. 
Lo que es, es; siempre bajo la luz del sol. 

29/2/20

Bisiesto

Bisiesto el tiempo aceptado,
y coronada la tierra azulada. 
Alquilo sin cortes, en ganas 
el sabor laudo de cuatro años
juntados al 29 del mes febrero. 
Que hoy se sienten nuevos y saludables
por nueve combinaciones de veranos
pasados bajo el agua fresca de un mar
limeño que celebra calores del norte. 
Estamos secos en gusto a fresas de estación, 
maravillados porque mañana serán diez
los bisiestos vividos, 
bailando en busca de superar tiempos oscuros, 
sudando el trecho del autoconocernos, 
imaginando porque nacimos creadores, 
probando todo el ahora que tenía que existir. 

luzea

Emprende y prende, para masticar la gran unión que trae el sol a todos nosotros.
Es como ser humilde al presente por todos los errores que cometimos en el pasado. Llevando lecciones de lo cagado. 
Para que con brío bajo una nueva serenidad al futuro, sonar fuertes y plácidos para plantear otra estación en el curso de nuestra luz vital. 

3/1/20

Global

Pregunto por la naturaleza del entusiasmo. Cómo se hila tan denso que te empuja como resorte a las acciones concretas de tu presente. Que luego darán puerta y ventana a tu futuro. Es poco el crédito que le he dado al entusiasmo hasta hoy. 

¿En eso consiste empezar a ver más allá de lo habitual? 

Bajo qué oscura conjunción cósmica el entusiasmo se fabrica desde tu pecho e irradia al mundo. Recuerdo no hace mucho que una señora francesa me explicaba que mi voz resuene del pecho, ahí donde el corazón late es el mejor lugar para que salgan los sonidos de mi voz, aquellos que rompen silencios. 

Un hola de pecho, un amor de sonidos laringeos.

En la pasión hay entusiasmo, pero ¿todo entusiasmo necesita de pasión?  Más que retórica es una pregunta bajo la sombra de ignorancia. Pues busco el puente entre pasión y motivación. Por esa fuerza de los dorados, es que se han cometido tantas bendiciones llevando en la otra faz, maldiciones.  Desde los tiempos viejos.

Yo creo, en la sabiduría de la naturaleza. Pero algunos de sus hilos, varios pienso en realidad me asombran por su gracia en decirlo