23/4/21

Espabila albedrío

El libre albedrío existe porque debes elegir. Dios, quiere que elijas, siempre. Por eso te dio ese don, y los evangelios hablan de que si no eliges, pues te condenas. Cuando elijas y te equivoques, ya vendrá la expiación y tu arrepentimiento.
Dios pide que no que te quedes estancada en un punto, porque no sabes si avanzar vale el riesgo de tiempo, dinero, de amor. Y de verdad es bien posible que ese sueño tenga mucho de estúpido, por eso el miedo a avanzar. Y esperar condiciones mejores.
Pero sabes qué, ese sueño estúpido, que tu intuición llama con dudas; solo se mejorará y afinará si vas en busca de este. Es la única forma en que opera el universo de eones. Tu sueño pasará de ser estúpido a más sabio y con experiencia, viviendo el camino para materializarlo. Pasarás por subidas y bajadas, pero en cada quiebre serás más sabia y experimentada y verás nuevos puntos de tus sueños, de tus metas; que hoy ni imaginas.
Ese camino, es el camino a tu estrella. Y te aseguro que tienes más de una.
Anda, arriesga, como entregué las flores blancas el día de tu cumpleaños. Y falla, como yo.
El camino es equivocarse pero cada cambio para propulsarte, te obligará a empezar de abajo para saborear la esperanza. 
Eso me lleva a pensar, en el suave olor del recuerdo, de las primeras veces. De esa cercanía imperfecta.
Y lo que poseo cuando asocio canciones, lugares, olores y empanadas con tu cabello ensortijado y tus labios rojos; es una gran melodía. ¿Cómo es que será?
Bailo y vivo, porque eres un punto capital de mi historia.
Y solo existirá en el universo una única primera vez de los días, semanas y meses del otoño invierno donde nos cruzamos, y me hice una épica novela. Para perdonarme y sanar.
Entre tú y yo, sonrío cuando el dulce sabor de tu imagen, evoca a salada. Y aprendo. 
Hoy soy más fuerte porque aprendí que debo elegir. Y lo hago cada mañana al agradecer seguir despertando. Elijo avanzar, sin esperar más que mi propio crecimiento.
Alcanza tu camino andando menuda mujer. Será magia y niebla.

12/4/21

La noche al bicentenario que Hayimi vio

Hoy, ante el innegable resultado; pues no se trata de que Lima no es Perú, o el Perú profundo da una lección. Esas narrativas pienso que son fábulas. Existen muchos Lima y muchos Provincia. Ese discurso pone la responsabilidad en separaciones dualistas. Cuando lo que corre en todos nosotros es una desconfianza grande, individualismo y valores distorsionados. Que han creado decenas de minorías que buscan su propio bien. 

Los resultados de este domingo son el ascenso de los perdedores, minorías desconectadas de un proyecto de mayorías, porque en cada minoría se ve al otro con resentimiento, miedo y venganza. Estamos fragmentados: radicales de derecha e izquierda, fujimoristas, lampistas, empresarios, empleados, norte, sur, centro, etc. Y podríamos secesionarnos sin problemas. La idea de nación se ha atomizado tanto, que el interés general solo tiene unos pocos kilómetros cuadrados de extensión. Fíjense; el vacunagate es me salvo a mí y mi familia; el Conare de Castillo aliado con Cerrón es me impongo a mí y los míos; las campañas de la Confiep, serán velo por mi patrimonio, ante todo; los verolovers es imponer mi agenda porque es justicia social; y así, así. 

Como nos concentramos en separarnos y desestimar a otros grupos echándoles la culpa de los problemas y proyectando miedos y abuso; hemos ignorado lo que debemos corregir personalmente y en nuestros atomizados grupos, para buscar puentes de consenso y respeto con los otros que siempre estarán. La sociedad peruana tiene un serio problema para reconocer sus taras internas y sanar sus desconexiones; y somos todos, desde el que vive en Chota, Belén, La Planicie, hasta Ilave. Si hubiera puntos en común, bases que no se tocan, imperativos establecidos que una gran mayoría compartiera y respetara; no habría tanto miedo con quien salga elegido. Pero como no hay, pues seguiremos en eternas luchas, casi de clanes, clamando un pater autoritario y salvador como si fuéramos infantes sin autocontrol ni noción del bien y el mal.

Qué camino viene. Pienso que un nuevo ciclo de un presidente desconocido, narcisista y sin ideas, elegido por ser esperanza para una minoría y ser el “menos peor” para otras, con esta suma dejáremos en claro que la mayoría a fin de cuentas vota buscando el bien. Pero un bien fragmentado, solo agudiza las crisis. Este periodo que empieza el 2021 se podría llamar la noche oscura del alma. Noche que dará lecciones y golpes a todos. Y que un día terminará, porque nada es eterno en el esquema de los ciclos. Lo que nos sucederá son muchos procesos, uno quizá sea aprender dónde está nuestro dolor y cómo nos desconectamos de otros que son hermanos/as connacionales. Y si no lo hacemos, como la vida gusta dar lecciones hasta que aprendes, repetiremos.


1/4/21

Camarada de miel y mercurio

Gitana, con disciplina y eficiencia eres una imagen mistificada, que como digital reluces inmortal en ti misma. No me dejas soltarte, no quiero tampoco. Porque con fuerza digo que llevas las vendas para mis heridas con ira y ego insuflado. Te doy poder con mi pensar, con mis sueños esporádicos donde nos vemos jóvenes cerca a los árboles de tu casa, y me dices hola sonriendo y yo con esta timidez te respondo igual, queriendo significarte tanto más que el amor explosivo de profunda pasión.

Quizá lo hice. 
Probablemente, nunca .

Reluciente estamos al día que abre puerta de la espuma donde nace Venus, copia calcada de tu piel con pecas solares; huellas de esas fallas apropiadas. Sonido más imagen material de pertenencia a las fuerzas de los surrealistas, que liberaron el nido de todas las cosas que nacen de tus hebras intersecando con mis líneas de deseos y afectos.

Todos mis recuerdos empujados, cerrando los ojos para movilizar un fetiche con el fin de despertar ante lo que está marchitando. Primitivas son mis esperanzas, pero subversiva es mi fe, que buscan tu participación bajo soñados prismas de jeroglíficos, lunas doradas, soles de plata y años de solo junios.

Quizá lo hice. 
Probablemente, nunca .

Entiendo que vivimos en un nodo que llevó al pase de dos siglos, como una constelación de entendimientos petrificados entre el lazo imaginado de nuestras manos. Donde soy tu hombre y los fragmentos de nuestras relaciones sociales, llegan como conciencia en relámpagos, animados de significantes poderes ocultos. Aunque te parezca una opinión, éramos inentendibles seres del universo, casi pilotos de UFOs del pensamiento mágico, y de tan sobrenaturales hacíamos sinfonías de la materia, afirmando que rejuvenecíamos, activos en vanguardia de gases nobles y metales pesados.

Cómo sería participar activamente en la transformación de nuestros cuerpos, totalmente llenos de creatividad, y muertos de agonía liberada en la tierra, cooperando como fuerzas amigas del aire y luego amantes en el agua. Obligados a beneficiarnos del fuego, para las finalidades más imaginables, vigorosas y virales de la creación de Dios. Acaso esa completa gloria de éter, no heriría el mismo orden de la historia, y volvería a ruinas las ciudades tecnificadas llenas de seres no creyentes en la magia. Juntos, éramos el ángel, la montaña de esplendores, una revolución inesperada que recrea y cocrea, la dulce asunción de dos imperfectos camaradas con nombres que riman.