26/2/16

Rosa





Rosa, luz de plateada de Cajamarca. Al calor de tus manos y tu sonrisa, recuerdo tu dulce halito preparando el fogón para un plato bajo la lluvia serrana de agosto. El caliente sabor de un huevo frito sobre arroz, el mayor plato de tal tipo que jamás me hicieron y que ya no pruebo, ya por decisión pero también por respeto a tu recuerdo. 


Rosa, tus ojos negros, tus chatos zapatos negros, tu cabello cenizo entre negras vetas de belleza. Fuiste bella de joven, bella de mujer, hermosa de mayor. No recuerdo, ni nadie recuerda de ti nada más que la protección y el amor intenso de una mujer por su familia. El cariño y la fuerza de estar sola por largo tiempo, cuidando de tus tierras y amando sus vacas lecheras. Es innegable que recibir por décadas tus envíos de queso mantecoso, serán por siempre un noble recuerdo de mi vida. Qué dulce sabor que hacían tus manos, que gran regalo que llevaba mi nombre al llegar a casa, tras el colegio, la universidad o el trabajo.


Rosa, brillo verde de El Prado. Recuerdo tus historias, tus arrugas y tu delgado cuerpo caminando despacio entre la tierra y el cielo despejado; de esa bravura de monte y árboles, entre ríos sonando frescos y piedras milenarias que subían de la entraña del mundo. Aquel que fue tu hogar, que fue hogar de mi papá. Donde cuidaste de mi papá de niño cuando enfermó, que le dabas leche y sopa verde al desayuno de grande, y que décadas luego me acogiste a mí en tu compañía, tras ser viuda.


Rosa, durante 19 años sobreviste a mi abuelo. Eras una flor con brillante nombre rojo. Tal un tallo sin espinas, un pétalo del prado, un olor como poesía. Piedra y amor importante para mi papá y por extensión también para mí.  La mujer centenaria que concibió al clan del cual formo parte. La mujer que sonreía al verme tan grande y con cabellos despeinados.


Rosa hoy ya descansas y debes estar yendo a otro viaje, en otra historia para ti, mi preciosa abuela. Que sea una bonita nueva historia, con nuevos renglones para tu alma y que tengas una feliz nueva vida. Con el tiempo comprenderé realmente la gran carga de tu existencia y el impacto de tu lejanía. Llevo en mí una extensión de tu sangre, el dibujo de tu sonrisa y el nombre de tu esposo. Te quiero, te rezo y te extrañaré abuela mía.


Tuyo, por ti.

25/2/16

inteligente: coherente racional

"La gente piensa que toma decisiones coherentes y racionales [...] pero la cantidad de información con la que lidian es tan avasallante que usualmente solo usan una pieza de información para sus impresiones y juicios; sobre todo en valorar personas que apenas conocen." (Kahneman 2011)
En campaña política se traduce en: "Lo que ves en la cara es el más fuerte predictor de cómo juzgarás la competencia de un candidato político frente a otro." (Olivola y Todorov 2010, 2016)
"En política tenemos un tipo de prejuicio que selecciona líderes basados en cuán competentes lucen frente a otros. Y la gente es extremadamente buena en aprender a evaluar rasgos de las caras para hacer representaciones de la personalidad de estas." (Olivola 2016)

Dicho esto, es posible entender la popularidad del que sería el próximo presidente peruano, (sí, es alguien que sonríe mucho aunque es improvisado e inestable). Pero también explicaría para mí; porque varios hombres lo ven mal (los hombres buscan rasgos de masculinidad para asignar competencia, y el señor morado de masculino no tiene mucho); y varias mujeres no tanto (porque las mujeres esperan carisma como signo de competencia).
Y como algunos hombres han proyectado "el voto inteligente" a un cabeceador ex aprista que lee mucho (masculinidad, dominancia, experiencia = competencia); y algunas mujeres su "voto inteligente" a una mujer de casi la misma edad que A. Damián en 1985, similar como promesa política y casi el mismo discurso reformista utópico (juventud, carisma, idealismo = competencia). Aclaro que estas valoraciones de género son generalidades, pero lo que sea que percibas como competencia o incompetencia podría influirte.

pd: este fue un post por el voto inteligente, coherente y racionalizado.

15/2/16

Liebre

Los chinos dicen que la liebre es el único habitante de la Luna, y es poseedor de la inmortalidad.

Pero no son los únicos

En una leyenda india; Hare, la liebre, ofrece una promesa ante cualquier mendigo que le pidiera comida. Como solo tenía hierba, y eso no sacia ningún hambre, prometió que sacrificaría su cuerpo para calmar el apetito de un necesitado. El rey de los dioses, Indra, bajó de los cielos a probar su promesa disfrazado con harapos, le pidió alimento y Hare juntó leños con el mendigo para hacer fuego, diciéndole que tendría una cena deliciosa y caliente. Al crecer la brasa, Hare impulsado por la compasión al necesitado se lanzó al fuego pero no se quemó. Hare sorprendido miró al invitado, quien se reveló como Indra, rey de los dioses.

Hare le dijo consternado el porqué de su treta; que él ofrecería su cuerpo para la necesidad de cualquier ser que lo pida.

Indra, maravillado por este ímpetu de sacrificio, le dijo que esa entrega no se halla en el universo con facilidad, y que en homenaje a esta tallaría su perfil en la luna para que generaciones y generaciones posteriores recordaran a Hare, la liebre.

Así, dibujado en las manchas de la Luna se encuentra Hare, descansando y mostrando el sacrificio ante el projimo para quien sepa ver.