29/3/20

Luna de abril

La luna irradia en su calma nocturna una senda directa a la salud de los tiempos. Desde la búsqueda de tiempos egipcios en Bastet hasta la forma moderna de ese satélite plateado que refleja el candor solar.

Solo hemos sido testigos de una época contemporánea de radicales giros. Pero ya tocaba el vivir nosotros las páginas de historia que nuestra descendencia tomará en salones.

Unos detalles que se escurren, al respecto pues hoy el 80% población mundial estudiantil ha dejado de ir a salones y lo está llevando virtual o no lo lleva. 

Está cifra tan alta me metió en recuerdos de una película donde el viento y los árboles eran la danza funesta para la antelación de una enfermedad de la mente que llevaba a la crisis total global, porque te quitaba el querer vivir. 

La naturaleza siempre ha parecido tan tonta y víctima que la humanidad saliendose con la suya en su progreso, pensó que jamás podría hacernos algo en revancha. Esa vieja película donde estaba Summer nos mostraba el concepto equivocado que tenemos de la gran pachamama. Si lo hace y de la manera más dura y sin misericordia de su poder. 

Lo otro me recordó que alguna vez conversé con una chica de Japón y lo especial de sus bosques, sus templos y árboles de cerezos que coloreaban el otoño. Una chica extraña que ofreció por poco tiempo el regalo de compartir un sueño japonés.

Entonces qué surge para la noche de este otoño que empieza, pues que el cielo es vasto y el Cinturón de Orión marca un camino hacia abril. Con la luna como ejecutora primera, bajo la mirada de Bastet y Artemisa, en el ojo tridente de enseñanzas oscuras que está arribando, la segunda lección para nuestra humildad, la mente de muchos será el siguiente trofeo. 

1/3/20

Buenos tiempos

La mañana del domingo 1ro de marzo, fue un primer aviso para la notación de un cambio. Cierta sensibilidad en el sabor de su boca indicaba que, los alimentos y la química delicada de la barriga entraron en una conjunción inminente.
Sonaba el rock en la radio vetusta de su adolescencia, por tanto tiempo bajo lluvias y soles. En la madrugada de tal primero tuvo la inspiración del orden de los números, ayer bisiesto quedaban 9 meses para sus 39. Y también, era el décimo bisiesto que su experiencia de sumar día a días cumplía.
Quería salir, el viento empujaba sus cortinas cerradas, henchidas en las fibras redondeadas del aire fresco empujando a penetrar; entonces tenía en mente a un dragón y una caminata de mediodía. 
Pensaba por entonces en la vergüenza, en el error, en la luz de una chica melodiosa, y se dijo como si fuera fácil enrumbar este cambio que ya le bullía. 
-¡De niño quería ser astronauta!
Somos lo mismo que nuestros diseños dijeron, somos lo mismo si ya todo está dicho, somos lo mismo si lo que es será y nada más, somos lo mismo si para vivir no hay que planificar, a los sumo intencionar. Reflexión. Somos lo mismo si saltamos a un río que no cesa de discurrir. Que es ser lo mismo, bajo la misma línea. 
En pijama, él dejó de escribir. Camino luego desnudo en la soledad de su hogar. Vio, por final, en el calendario, en un mes será miércoles 1ro de abril. Otra vez. 
¿Significará algo?
Siguió para vestirse y vivir ese domingo presente. 
Lo que es, es; siempre bajo la luz del sol.