Somos lucha en el sujeto que se enreda, sin sentimiento o posibilidad diferente.
Te pregunto cuál es el idioma de las rocas para que se hagan perfectos cantos rodados,
qué lengua le explica a los árboles que tengan fuerza al sol empapados de nuestra contaminación.
En qué palabras se le cuenta a las montañas de la diestra de Dios, que no juzguen la lluvia de misiles que horada la Tierra Santa.
Todos somos a la tecnología.
Educación, Estado, Lenguaje, Cultura, Religión, Finanzas, Comercio, Capital y Mercado.
Todo es política. Ubicua como el aire.
Objetos sin sujetos en la experiencia radical de vivir contemporáneos.
Tuvimos la promesa de autonomía, soberanos de elegir lo que es bueno. Un brillante comentario a nuestras capacidades emancipadoras, al estado ligado a nuestros deseos de poder, tierra y defensa.
Escribiendo la historia del devenir de acciones sin sabores, objetos malos, llenos de complicaciones.
En cierto nivel de control, sometidos a las relaciones de poder.
Yo nunca quise ir a casa, tampoco hay nada que define el hogar.
Corazón y realidad de varias generaciones, proclamamos la condición de seres sujetos.
Inanimados miramos hacia abajo, soy tímido ante la realidad por razones felices y mágicas.
Somos convertidos en objetos atrayentes sin la positividad ilimitada de los profetas.
