19/12/08

Lave



Esto se cocina así.

Silvia salía de una clase una tarde de esas; entonces ve acercándose a un metro primero, luego medio y al final frente a ella a la emblemática LAVE. Seudónimo de una mujer reconocida por muchos, no justamente por su simpatía, al contrario.



Pequeña reseña de LAVE

Entre todo es bien intrigante y espesa. Además puede lavarse las manos con mucha facilidad, porque uno odia los gérmenes y dos si pudiera condenarte a una crucifixión para salvarse lo haría. En las últimas semanas que la vi, por lo menos tres mujeres querían patearle el cráneo. Y eran recientes firmantes a la larguísima lista de personas que querían quitarle a LAVE su nulidad de sensatez o su ausente pizca de humanidad. Qué hacía, sólo comento que quiso cerrar una bomba céntrica (Bomba de bomberos) para una grabación. Que estafó a unos docentes con unos auspicios fantasma. Nunca tenía la más mínima idea de qué hacer y se obsesionó con un cachorrito que quería poner como ídolo infantil. Ya creo que dije demasiado...


Este cruce de mujeres desencadenó una pequeña conversación de la que saco extractos.

Lave: ¡Cóóóóóóóóóóómo has estado Silvia!

Silvia: bien, y feliz hasta un ratito... ¿Qué haces por acá?

Lave: nada quería caminar hoy estoy algo triste...

(Silvia ve a una ardilla cruzar el camino ---- pensamiento puta ahora me suelta su drama---)

Silvia: me han dicho que caminar es buen ejercicio para la tristeza, libera endorfinas... no olvides que tienes que caminar mucho, mucho

Lave: y ¿cuéntame que estás haciendo?

Silvia: salgo de una clase y me estaba yendo a mi casa.

Lave: que bien y ¿cómo te va en el trabajo?

Silvia: bueno ahorita no me da mucho tiempo con las clases

Lave: yo estuve trabajando para la revista... pero me fui porque me pagaban poco. 500 soles, una miseria

Silvia: si es muy poco, con lo que deben ganar con tanto chisme.

Lave: pero no es por eso que estoy triste.

(Silvia mira esta vez a los árboles ----no hay de otra---)

Silvia: ¿y por qué estas triste?

Lave: es que ayer terminé con mi enamorado

Silvia: pucha que pena, pero bueno uno nunca sabe cuánto durarán estos rompimientos

Lave: tú lo conoces

Silvia: ¿yo?

Lave: sí es Aldo…

Silvia: ¡cómo! no te creo, debe ser otro Aldo si él tiene enamorada ---puta, creo que hablé de más---

Lave: oye porque no me crees.

Silvia: Bueno desde cuando están

Lave: desde hace unos años

Silvia: estás segura, mira hace unos meses me lo cruce en la calle y estaba con una chica, me la presentó como su enamorada de toda la vida... que habían estado separados pero volvieron recién...

Lave: Sí. y dónde los viste.

Silvia: en el KFC

Lave: oye si a mí nunca me llevó a comer pollo

(Silvia se contiene la risa)

Lave: nunca me llevado a comer nada, ni a ningún lado, sólo "para eso"...

(Tripas revueltas por este tipo de intimidades)

Desconozco que hizo después Lave con esa información, no obstante nuestra larga enemistad, le deseo con los ánimos de estas fiestas de amor, que alguien la invite a comer un pollo, en cualquier pollería nacional o transnacional, por lo menos después "de eso". Pues quizá le da hambre luego, ¿no? A cualquiera.

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