24/8/09

¡muerte al chacota!

A continuación cedo la palabra a la amiga con truco de La Nana.

Carta abierta a los y las chacoteras.

Se ha hecho común que con la mentalidad superada de estos tiempos, a cualquiera le llaman cabrito, marica, brito, rosquete, así no lo sean. A tantos hombres he visto que les gusta jugar con la mariconada, se tocan, se abrazan por detrás, se puntean, de verdad parecen cabros aguantados, y quizá algunos lo sean, pero la mayoría son tristes heterosexuales cobardes, incapaces de hacerse respetar como tales porque les da miedo que sus amigos no les den bola en adelante por ahuevado, o lo tilden de acomplejado homofóbico. Acaso las mujeres se están tratando de marimachas, se agarran las tetas o se meten la mano debajo de la falda en bromita nomás, para que no les digan homofóbicas. Carajo, a mi me jode que mononeuronales se hagan pasar por cabros con el objetivo de volvernos un chiste. La broma del día para el patético que no tiene una mejor forma de destacar que burlarse de los gays. Claro yo me burlaré de su mamita cuando viene a la peluquería hecha un loco, con el cabello dañado por preocuparse en lavarle los calzoncillos manchados al hijo y al esposo, en lugar de preocuparse por ella misma. Tremendos huevones buenos para nada.
En fin, les hemos permitido esas burlas, somos un grupo pacífico y tolerante después de todo, y abierto también, porque no se pueden quejar, en nuestras fiestas bien que todos uds. bajan al vale todo.
Pero uds. ya cometen cualquier exceso. Es que encima a uno que es como es, porque uno no escogió serlo, vienen y nos enrostran que todas/os somos maniático-amorosos, asesinos. Ya eso es demasiado, mejor méntame la madre, dime que tengo un poto feo o que mi novio es un sidoso.
¡Qué les pasa!, no nos pueden juzgar a todas si una lesbiana sociópata mata a su pareja por celos o a su vieja, o a la tía, o quién chu sea por ambición. Merecemos respeto. Las varoncitas, y ya pues, también las lesbis, no somos ni enfermas sexuales, ni psicópatas, ni desdichadas, ni promiscuas, ni tenemos que mantener a parejas jóvenes o cualquier otro mito que sus cabecitas limitadas creen que es la norma con la homosexualidad. En todo caso no tenemos más tendencia a aquello que cualquiera de ustedes, justos y santos heterosexuales. Pero bueno, no es mi objetivo entender a la sociedad, sólo quiero decirles a ustedes pendejos y pendejas que no llamen asesinas a todas las varoncitas y lesbis, ¿ok? Asesina será tu abuelita y por la memoria de la mía que te araño la cara si te escuchó decírmelo o siquiera me comparas. Que tal conciencia. A dónde iremos a caer, entonces. Pronto ya nos dirán apristas. El colmo.

Atentamente

Chandú, tu amiga de la peluquería Star Sailor.

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