18/11/14

enamorándose con el viento

sí, me bañé y podía respirar lento entre los chorros de agua fría. el sol de primavera afuera daba copos de nubes para notar el brillo de un domingo entrañable, la lluvia de noviembre llegaría recién en la noche pero mientras tanto podías pretender que no la anticipabas.
¿cómo sabes que tu corazón está limpio?
cuando caes enamorado con el viento.
Amo entonces y entre mis viajes manejando, esta ciudad, un club de todos en uno, un viaje soñado de más de tres décadas que me trajo acá.
mi máscara se fue con la última curva, rompí pocas sabidurías, entrecerré dos sueños, también vencí algún cojuro de gitanos, y las pocas convenciones que creía sobre mí las hice largas y sagradas debajo de mi almohada. Debía hacerlo antes de partir. E hice de este paseo ruidoso, un silencio entre dos voces: la mia de niño, y la mía de treintas.
respiré lento, cerca de un callejón oscuro, afuera de la catedral, mirando mis pies sobre el malecón. Era también la duda de cuanto tiempo me iré en este largo viaje. Por dónde empezar. Estoy quebrado, pero corro 5 kilómetros en 21 minutos. Y tengo brazos fuertes. Mi hogar es un sueño de libertad y dos arterias.
¿cómo sabes que tu corazón está limpio?
cuando caes enamorado con el viento
¿Hasta cuándo sabes que lo querrás mantener así, cuándo lo volverás a dar a alguien?
Sigo la búsqueda del viento.

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