1/3/20

Buenos tiempos

La mañana del domingo 1ro de marzo, fue un primer aviso para la notación de un cambio. Cierta sensibilidad en el sabor de su boca indicaba que, los alimentos y la química delicada de la barriga entraron en una conjunción inminente.
Sonaba el rock en la radio vetusta de su adolescencia, por tanto tiempo bajo lluvias y soles. En la madrugada de tal primero tuvo la inspiración del orden de los números, ayer bisiesto quedaban 9 meses para sus 39. Y también, era el décimo bisiesto que su experiencia de sumar día a días cumplía.
Quería salir, el viento empujaba sus cortinas cerradas, henchidas en las fibras redondeadas del aire fresco empujando a penetrar; entonces tenía en mente a un dragón y una caminata de mediodía. 
Pensaba por entonces en la vergüenza, en el error, en la luz de una chica melodiosa, y se dijo como si fuera fácil enrumbar este cambio que ya le bullía. 
-¡De niño quería ser astronauta!
Somos lo mismo que nuestros diseños dijeron, somos lo mismo si ya todo está dicho, somos lo mismo si lo que es será y nada más, somos lo mismo si para vivir no hay que planificar, a los sumo intencionar. Reflexión. Somos lo mismo si saltamos a un río que no cesa de discurrir. Que es ser lo mismo, bajo la misma línea. 
En pijama, él dejó de escribir. Camino luego desnudo en la soledad de su hogar. Vio, por final, en el calendario, en un mes será miércoles 1ro de abril. Otra vez. 
¿Significará algo?
Siguió para vestirse y vivir ese domingo presente. 
Lo que es, es; siempre bajo la luz del sol. 

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