25/12/20

La noche de viernes

Gracias primero. Ante la Caridad, Fe y Esperanza. 
Estas son las virtudes teologales, durante la noche de viernes navideño, día especial entre varios. La triada brilla porque estamos en un tiempo donde se obra por impulsos que sacan lo mejor de todos nosotros. 
Corazón y obras buenas. 
Quien ante la navidad no quiere ser mejor humano, estamos guiados por la natural ayuda y el simple compromiso de desear felicidad. Y eso es especial cuando ocurre esta fecha del año. 
Con exactitud el verbo es construir un momento para entender que existe amor y gracia entre nosotros y nosotras, ante tanta oscuridad de siempre.
La gracia es un musculo pero también un aliento. Y hoy doy gracias por todas las bendiciones que he obtenido. Gracias gracias gracias.
Que el recuerdo de tantas navidades pasadas sea tamizado por el espectáculo de que sigo en el presente, que puedo y hago. Tiempo a tiempo sin detenerse, para tener un buen momento, bajo el cielo y el sol. 
Bailando con dioses indios y mis canes. Es una energía para agradecer por lo que existe y he tenido la suerte de obrar para mí y quienes amo. 
Y mis pensamientos y emociones pueden ser supersónicos. Estelares.
Y ante toda elección, posibilidad y cambio. La mejor palabra es gracias. 
Lalalalala... Gracias Dios. 

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