28/9/18

El sol de un bello día

¿Alguna vez has sentido la sincronía? como si de un millón de seres en esta ciudad yo te pudiera coger de la mano sin estar presente, en un paseo si fin; para conectarnos y así en consonancia:
piensa en colores
piensa en nuestros pensamientos
piensa en la verdad, nuestra verdad.
Mira, la mañana soleada que todavía no nos ha tocado para qué va a preocuparnos.

Sé que puede existir un lugar en el universo, donde tú y yo si llegamos a hablarnos, donde no desistí en seguirte viendo, donde fui con coraje a conocerte en tu casa, y pude ser alguien en tu vida. No hablo precismamente de ser tu pareja, aunque estuve muy ilusionado contigo, y soñé, sí soñaba con estar al lado de tu corazon. 

¿Puedes creer que alguien que te vio en el florecer de tus 17 a 18, se prendó de ti con esa pulsión durante años? Y solo bastó tu forma, tu voz, una curita en la palma de tu mano. Qué tendrás para mí que se conjugó prioritario. ¿Es energía, es amor, es vida, es pasar, eres hermosa promesa?

Hablo de que, entonces en esa soñada existencia, cumplí con una decisión; porque siento que hay una promesa que no cumplí cuando no fui parte de tu vida. Esta promesa te la hice antes de llegar a esta ilusión, lo sé.
Y quedamos en medio como desconocidos. Pudimos ser amigos, pudimos ser cercanos complices que se animaran en sus respectivos cielos. Socios o Preocupados compañeros para darse apoyo y sosiego.

Yo siento la sincronía cuando hay tardes o noches donde el ocaso de aquellos años del milenio resurge, y pienso que hay un mundo donde el sol nos toca juntos, supongo que para sonreírnos.

Mientras tanto, yo te confieso que estoy en libertad acá y hoy. Los colores brillan, tu viajas, yo creo y enseño, cada quien en su pista de baile; ya somos adultos y dejamos la juventud para conocernos realmente y entre tantos tumbos y aciertos ser solo nosotros mismos.
Y soy feliz, rezo y pido a Dios que tú también lo seas, no es que no te pienso; pero creo que la alegría es un momento de honestidad donde las fiestas se sienten en tu piel, y bailas para ti mismo, para ti misma.
iremos, ya lo hemos hecho, a la luz de nuestros bellos días.
somos  todo aquello que nos vuelve felices para estar bien. 
Abracemos a nuestras familias duro, duro, entonces  
todo estará bien esta noche.

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