2/5/09

cancha, amor y pop

Monik Escorpión llegó a un concierto insignificante de cuarenta mil personas, muy temprano cuando el sol despuntaba en lo alto y por ser la primera debía esperar a sus amigos para no sentirse una ostra en medio de tanta algarabía de concierto, pero los imberbes no llegaban. Entonces, daba vueltas mirando si alguien conocido aparecía, e hizo su llegada un muchachito simpaticón que se le acercó y le hizo compañía, y le dijo que no se le despegaría hasta que llegara cualquiera de sus tardones amigos pues creía seguro que la Escorpión merecía resguardo con tales atributos.
No se equivocaba.
Monik claro que se sintió halagada, y se sentía a gusto con el chico, del cual obviamente esperaba que le pidiera más datos que su nombre, pero nada, el chico era muy lento para Monik, o de repente cuando volteaba lo ponía nervioso. Y pasaban los minutos conversando cada vez más en confianza, y ella comenzó a intuir que había conocido a su novio de concierto, encima para corear bien fuertecito las canciones de ese grupo que tocaría, así que por la confianza de amigos de toda la vida, ni se dio cuenta que no sabían más del otro que el presente que compartían. Y apareció una amiga, luego su mancha; y el chico se fue por su lado. Pero eso sí, cruzaban miradas en sus puestos mientras la gente completaba la zona de la cancha, y el cielo se oscurecía, y las canciones de antesala se acortaban. Se miraban hasta que se llenó y empezó el concierto y a quien tenía al lado no era precisamente su novio del concierto si no a su amiga que gritaba desafinada y peor, con las letras bien masticadas.
--- Qué debió hacer Monik:
  • darle el celular o darle su mail, o al menos darle su apellido al chico para que la encontrara en el malévolo feis.
  • dejar de creer que los novios de concierto son algo que dura más allá de las canchas del estadio nacional.
  • hacerse la loca cuando llegaran los amigos y acoplarse a la mancha del chico.
  • no despegar la vista del chico y olvidarse del grupo que vino a tocar.
  • subirse a los hombros de alguno de sus amigos para tener un mejor panorama de su zona y no perder al chico de vista.
qué pudo hacer, no importa. No lo hizo.
Cuando acabó el concierto, Monik, bastante ingenua, buscó entre la masa que se apretujaba en las salidas, a ver si encontraba a su novio del concierto. Qué lo va a encontrar. Se esfumó como ese chiste de la fantasma que su sube a tu carro y te deja la casaca para que descubras que está muerta hace años. ¡Oh Monik Escorpión perdió a su novio de concierto!
El Mosca le dijo, seguro algún día lo encuentras en la combi, y te canta:

And you're shining
Like the brightest star
A transmission
On the midnight radio
And you're spinning
Like a 45
Ballerina
Dancing to your rock and roll


ese Mosca, últimamente anda recitando soundtracks de películas. Yo sé por qué.

2 comentarios:

Blá. dijo...

opción a:
darle el celular o darle su mail, o al menos darle su apellido al chico para que la encontrara en el malévolo feis.

pero de manera caleta, asolapadamente...

igual, no fue.

Pavel eSe dijo...

si pues... x tabosa!!!