26/4/09

Enemigos Naturales

El doctor Curro Elpalmo nos alcanza un documento clasificado sustraído de la Organización Paneuropea de Estudios Ambientales y Biológicos (OPEAB), con miras a hacer públicos los alarmantes alegatos:

… Como conclusión a este extenso informe sobre la situación de nuestra especie, resumimos los puntos que sustentan el cuidado extremo que debemos tener con nuestros tres enemigos naturales, por la supremacía en el planeta.

Los Elefantes son, qué duda cabe, el enemigo más visible, grandes y trompudos usualmente se tiende a pensar que por grandes son tontos y pacíficos, pero luego de los experimentos de Bombay y Turmenistán, ha quedado demostrado más allá de toda duda razonable, que los Elefantes nos odian y están, expectantes del mejor momento para aplastarnos. Los casos de "accidentes" de elefantes que aplastan o hieren a transeúntes en los festivales culturales en India, no son casos aislados, puesto que los experimentos mencionados en Bombay y Turmenistán lanzaron como resultado un coeficiente de 4.32 en la valoración de Masternim sobre enemistad y violencia contra la especie humana. Sin duda, el capítulo que enfoca la campaña de exterminación producida en África, da luces sobre las verdaderas razones que impulsaron tal genocidio con miras a erradicar la única facción de los elefantes con intenciones de convivir pacíficamente con nuestra especie. La facción extremista del Asia, los llamados elefantes indostaníes, fueron los que promovieron la matanza de sus primos africanos desde el siglo XVIII, dejando correr entre los bárbaros comerciantes británicos el rumor que el marfil del África era un potente afrodisiaco capaz de conseguir que cualquier hembra de la especie cayera obnubilada a los pies sucios de un marinero vulgar. Aunque es una hipótesis, los documentos presentados por Vork Jargsen, apuntan a los elefantes indostaníes, no sólo como autores intelectuales sino como mentes muy preparadas para urdir planes en contra de nuestros intereses. Recomendamos poner especial vigilancia a los elefantes en libertad en India, y aquellos en cautiverio regados por todo el planeta en zoológicos, que de acuerdo a las predicciones de Martínez han perseguido un plan de colonización y presencia en cada capital importante del planeta con miras a la exterminación de nuestra especie.

El otro enemigo natural, es quizá el más temible y fiero adversario que estamos enfrentando. Las Ratas de Noruega sobrepasan cualquier plan que hayamos tenido hasta entonces para combatirlas, y luego de los experimentos de conducta y disección de Purtonelli y Klaskov, sorprendieron al mundo medico comprobando que efectivamente las Ratas de Noruega son más inteligentes que un premio nobel humano y dominan la telepatía. Este informe quedó clasificado pero se usa como prueba para demostrar el grave peligro que corremos con las Ratas de Noruega, que desde el siglo XII viajaron en barcos mercantes y se encuentran en la actualidad, en los desagües y basurales de todas las ciudades del orbe. Nos odian pues fueron causantes de la peste negra y la gripe española. La prueba está en el fortuito acceso a grafitis encontrados por Smith en las alcantarillas de Londres, que al análisis explicaron que las enfermedades fueron perpetradas por la dirigencia de las Ratas de Noruega, a modo de experimentos para evaluar nuestra fragilidad frente a los virus que ellas portan. Su velocidad, inteligencia, astucia, desafío a la gravedad al trepar rascacielos con sus patas y sobre todo el alto don de solidaridad entre sus pares, han demostrado ser las fortalezas que impiden que las derrotemos por siglos. Los planes de ridiculización mediante dibujos animados, así como el temor diseminado entre la población no han hecho efecto, las ratas mediante su telepatía han evadido grandes cacerías, y según el algoritmo de Glahery por cada Rata de Noruega que matamos, hay 12 más esperando vengarla. Así que no hay discusión sobre si nos atacaran, la cuestión es saber cuándo y si estaremos preparados para defendernos. Proponemos que si tal ataque sucede y perdemos, deberíamos entregar el planeta con explosiones nucleares sin misericordia, las Ratas de Noruega serán extremadamente crueles con los humanos así que lo mejor será morir en una explosión atómica antes que en sus garras. Quizá ese duro golpe les enseñe que acabar con nosotros les costará sangre, sudor y radiación.

Por último, pero no menos importante, los Pavos, un ave sin mayor inteligencia, pero que ha conquistado el mundo aviar en los últimos siglos por la decidida labor de sus líderes, sojuzgando pollos, avestruces, lechuzas y águilas sin distinción. Pese a nuestros intentos por diezmarlos y encerrarlos en campos de concentración en navidades, días nacionales o con la campaña de coma carnes blancas y no rojas, los Pavos continúan siendo numerosos y lo que es peor, tales banquetes con ellos acrecientan el desprecio que sienten por nuestra especie. El triste experimento de nuestra colega Da Silva Nascimento, enseñó a la comunidad científica la amenaza de los Pavos, pues como bien se recuerda, un grupo de pavos recibió dosis de radiación en tal experimento y creyéndolos muertos el equipo de la doctora Da Silva ingresó a desechar sus cadáveres. Sucediendo entonces lo inimaginable, los pavos resucitaron y con precisión ninja picotearon las cuencas oculares de todo el equipo dejándolos ciegos en el acto, procediendo luego a picotear sus sistemas vitales causándoles una larga agonía. Luego de este suceso las fuerzas armadas de Portugal acabaron con los pavos rebeldes con la única solución posible. De esta forma es sabido por las altas esferas de la OTAN, EEUU y la UE que los pavos dominan el arte de resucitar convirtiéndose en zombis ninjas letales, y la única forma de matarlos realmente es meter sus cuerpos en hornos a 300° centígrados hasta cocerlos. Una solución muy cara considerando que Martínez ha calculado que existen cerca de ocho mil millones de pavos en el planeta, y todos llevan en sus genes el GHJ187H, llamado también gen zombi ninjaviar, el cual los transforma en fuerzas letales de combate para picotear hasta matarnos. Recomendamos extrema precaución con los pavos, pues su fuerza radica en su número. Fácilmente un adulto humano puede pelear con un pavo, pero la cosa cambia cuando son diez contra uno. Hay que incentivar las campañas de diezmado y proponemos que se instaure la navidad todos los meses y se acabe con los vegetarianos, por el bien de la humanidad.

Por última precaución, hay que evitar a todo costo que estos tres enemigos se alíen o lleguen a un tratado para unirse en contra de nuestra especie. De suceder aquello, el fin de la humanidad estaría firmado ese día, pues los humanos no podríamos hacer nada en contra de esa fuerza de ataque triple.

Adenda: Una facción de chanchos extremistas dirigida, según analistas de la CIA, por una rata noruega llamada Cerebro, estaría considerando atacarnos con un virus, recomendamos extrema precaución, y por favor, hágannos caso. No hicieron lo mismo cuando informamos que unos elefantes estaban especulando con instrumentos financieros con miras a causar una crisis económica mundial.

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