5/9/08

pase al penal



Ada Gospel y Silvia de Damus hacían un documental sobre Tarata y tuvieron que ir a Canto Grande. Querían entrevistar a los condenados por el atentado que estaban en prisión. Solas llegaron, pues no se amilanaban y también porque ninguno de sus colegas las quiso acompañar tan lejos. Vestidas como reglamento manda, nada de piernas a la vista o colores rojo y negros; llegaron a la puerta y ahí nomás, fueron auscultadas por todas sus partes por si llevaban bombas o quetes de droga entre las copas del sostén o el elástico de sus calzones Mochita. Tal entrega para la labor por parte de los guardias, sin duda se debió a que universitarias jóvenes deben ir poco a Canto Grande, y cuando lo hacen pues es seguro que algo malo planean. Luego del palpeo llegaron al pabellón donde estaba uno de los implicados en el atentado, llamémosle Camarada Uno. Para empezar, Uno, dijo que no era camarada y que si estaba ahí era por cuestiones políticas. Pero si su nombre aparece en la investigación. Nones; esa es la cuestión política. Pero si está aquí en prisión. Bueno eso es circunstancial, Uds. también están aquí y no son camaradas, ¿Oh si? Finalmente, Uno con tantos giros como trompo no dijo nada valioso para el documental, a pesar del juicio o su condena. Pero amablemente informó que otro camarada, el camarada Dos, un nombre que tuvo gran peso en las investigaciones del atentado, ya no estaba encerrado ahí, sino en otro penal de máxima seguridad. Gran fiasco: por quién realmente fueron, había sido transferido. Al salir ambas se preguntaban si habría palpeo de salida también.

Cartas al jefe del INPE, con el logo y respaldo de su Universidad. Llamadas a un secretario del Ministro del Interior. Otras llamadas a la secretaria del Jefe del INPE, esos fueron algunos de los trámites que Ada Gospel y Silvia de Damus hicieron, pues a ese otro penal si que era díficil de entrar. Por un contacto inicial con el director de ese penal e indirectamente con Camarada Dos, podrían hacer la entrevista, pero debía haber una autorización de muy arriba. ¿Qué tan arriba?, bueno no se descartó invitarle un whisky a algún familiar de Toledo, por si acaso----- ¿Dónde estabas cuando se te necesitaba Chantal Toledo, en vez de hacer la finta qué estudiabas en letras?---------. A la vez, vieron una alternativa en su plan de buscar la versión de los terroristas. Ya que lo de Camarada Dos demoraba, ¿por qué no entrevistar a sus familiares?, que seguro no estaban en ese penal, ni en ningún otro. ¿Estarían en Lima? Y la respuesta fue afirmativa. Para gran suerte de ellas y su grupo, no tenían problema en dar una entrevista. Esta vez fueron acompañadas por Gonza Editor, al parecer el más caballero de sus colegas, porque los otros ni por asomo.

En el día y la hora pactados ya estaban esperando en la puerta de su casa. Momentos de espera. Al abrir la puerta los padres de Camarada Dos los recibieron con cortesía y con un vasito de Inca Kola empezaron la pre-entrevista en la sala. Todo normal, hablaron de Dos, de lo terrible del atentado, de cómo le malograron la vida a mucha gente, de las épocas de apagones y toque de queda. Y así calentando motores, no sé con precisión quién fue pero sospecho que fue Ada Gospel, se soltó la siguiente frase "Queremos saber de Dos porque es condenado por terrorismo" Y casi al instante de terminar las comillas, las caras de los padres de Dos cambiaron para llegar a la indignación. A viva voz enfatizaron que Dos no era ni terrorista, ni camarada, ni nada y que si estaba en ese penal, tan, pero tan difícil de entrar; era por cuestiones políticas, circunstanciales y nebulosas como son estas cuestiones.

Les quitaron las Inca Kolas y mientras defendían el honor de Dos, la madre sufrió algo como un soponcio, el padre un calentamiento de mejillas y optaron por botarlos. Mientras les abrían la puerta, un perro que estaba oculto en otro ambiente de la casa empezó a ladrar. Por la intensidad del ladrido Silvia de Damus supo que era algún chihuahua renegón, así que no corrían peligro de ser correteados por un Pitbull ofendido ante la palabra terrorífica T. Salieron siendo llamados burgueses instigadores, que cómo se les ocurría seguir dañando a su familia acusando a su hijo de esa forma. Aparentemente, hacerle caso a una condena judicial era fomentar las malas lenguas. Se cayó el plan alternativo y se continuó con conseguir a Dos en ese penal. Pero Dos también se desentendió y además ningún contacto con la familia Toledo apareció. No había otra cosa que hacer. Cuando empezaron las grabaciones del documental Tarata, Ada Gospel y Silvia de Damus ya habían decidido tener la versión de las víctimas, pues de verdad que era bien complicado hallar a los implicados en el atentado a pesar de estar condenados, en prisión, y tenerlos frente a ellas.

1 comentario:

Chio dijo...

pues en realidad fue así:

Señor aqui esta la carta de la Universidad...

El papa del camarada Dos.. lee... dice: Pero aqui dice la palabra REO... mi hij no es un reo!!

y ahi comenzo todo...

:S